El presidente de la Nación, Alberto Fernández, habló con la prensa luego de que su gobierno alcanzara un acuerdo con los bonistas internacionales para reestructurar la deuda pública.
«Teníamos un problema que resolver, que era un fuerte condicionamiento para nuestra economía. La deuda significaba una fuerte limitación para la economía argentina«, afirmó el primer mandatario.
Luego, le agradeció al Papa Francisco por su «silencio», que lo «ayudó muchísimo», y a Andrés Manuel López Obrador, por interceder ante Larry Fink, titular del fondo BlackRock, para explicarle «lo que estaba pasando en Argentina.
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Por otra parte, explicó que habla «todos los días» con Cristina Fernández de Kirchner, y dijo que ella «también es parte de esta decisión. Incluso, la señaló como una de las «dos personas» que le dijeron: ‘mirá el contexto y ablandate un poco’. El otro fue Roberto Lavagna.
Finalmente, se mostró satisfecho por el acuerdo de la deuda, en especial, porque implica el ingreso de la Argentina al mundo de manera digna, «sosteniendo nuestras banderas y principios como sociedad». A la vez, indició que «se abre una excelente oportunidad como país y como sociedad».
El futuro
En una entrevista concedida a C5N, Fernández puso como objetivo de su gobierno «la inversión y la generación de trabajo», «que eso que se produzca se exporta lo más que se puede», y «que la Argentina necesite cada vez menos importar insumos».
Y dio cinco tips económicos:
- «Desendeudémonos»,
- «Acumulemos reservas porque eso da fortaleza a la economía»,
- «Tengamos un dólar competitivo»,
- «Recuperar cuanto antes el equilibrio fiscal», y que
- «la balanza comercial sea positiva»
Por último, no perdió ocasión para elogiar a su ministro de Economía, Martín Guzmán («nadie confía más en el que yo»), y nuevamente, al Sumo Pontífice: «Es un buen consejero. Es un argentino y conoce lo que pasa a la Argentina. Sus curas villeros le cuentan lo que pasa con la pobreza. Él lo entiende muy bien y lo siente mucho. Sus consejos me han servido».