¿Viste esas mujeres que parecen tranquilitas pero cuando las conocés te llevás una sorpresa? Ésas, que por bellas y esbeltas son tildadas de frágiles, pero que cuando se les mete algo en la cabeza no paran hasta conseguirlo?
Bueno, de ese tipo es Agustina Ayllón (42), candidata a diputada bonaerense por La Plata, su ciudad de origen.
Es esposa del diputado y poderoso empresario Francisco de Narváez, el uno del partido político al que ella aspira representar. Es madre de tres niños hermosos -Milena (9), Juan (6) y Antonio (4)- y está sambullida en la campaña electoral que termina el 11 de octubre.
«Yo no hago política por una banca, sino para cambiarle la vida a la gente», dice, y yo le creo la intención porque esta mujer podría vivir tomando el té con amigas y haciendo shopping por el mundo (la fortuna de De Narváez se calcula entre 500 y 600 millones de dólares) pero elige estar en La Plata trabajando en la fundación que hace eje en laviolencia de género y que ayudó a los afectados por las inundaciones del año pasado.
Hablé con ella en un momento en el que las encuestas le son adversas a su partido, una semana de nerviosismo e intensidad de la campaña que se trastocó desde que el intendente de Tigre, Sergio Massa, se incorporó a la puja electoral por las legislativas de octubre proximo.
Pero la vi tesuda, convencida y filosa.
-¿Te parece que el gobierno nacional reconoció la inseguridad y por eso hizo cambios o crees que las novedades tienen una motivación electoralista?
La inseguridad es un problema desde hace mucho tiempo y a las medidas que se están tomando yo las llamo política del bacheo, siempre aparecen justo cuando llega el momento electoral.
-Un kirchnerista te podría decir «si hacen porque hacen, si no hacen porque no…»
Es que el tema de inseguridad uno lo escucha en la gente desde hace mucho tiempo. Y creo que es hasta peligroso tomar medidas que no sean parte de un plan integral. No se resuelve el problema trasladando gendarmes a la Provincia, porque hay que aplicar políticas integrales.
-Vos sos madre de tres chicos, ¿sos muy paranoica en relación a la inseguridad?
Mirá yo creo que la inseguridad es un tema que te pasa con tus hijos, con tus hermanos, con toda la familia porque si te ponés a repasar, probablemente todos tenemos en nuestro entorno alguien que fue víctima de la inseguridad. Después está el otro gran tema, en el que yo trabajo, que es el de las mujeres maltratadas que tienen la inseguridad adentro de sus casas.
-¿Las comisarías de la mujer funcionan bien en la provincia?
Hacen falta más comisarías y realizar una capacitación constante. Hay que incluir a los niños en la problemática porque la violencia no afecta sólo a la mujer que la sufre sino también a sus hijos. Un sacerdote me dijo hoy algo que me parece muy real: hay una primera violencia y para eso trabajamos en la prevención, pero hay una segunda violencia que es cuando vas a buscar la solución y no la encontrás. Por eso creo que hay que mejorar la contención.
-La gente te conoce como esposa de Francisco de Nárvaez y te asocia al glamour y al poder. ¿Cómo era tu vida antes de él, cuando eras una chica de La Plata?
En La Plata es el único lugar adonde soy Agustina. Vengo de una familia de clase media, somos 6 hermanos, hicimos la educación pública en La Plata adonde también está Estudiantes, el club de mis amores, o sea que me encanta volver ahí a trabajar en política porque es también volver a las raíces. Y duele ver a la ciudad tan dañada. Desde el Hospital de Niños que le falta de todo, además el Teatro Argentino y de los afetados por la inundación que tienen todavía muchos problemas sin solucionar.
-Te sumaste a la política en un momento complicado porque el espacio de tu marido hizo en 2009 una excelente elección y ahora no le fue nada bien. ¿Te arrepentiste de haberte metido en este lío?
No, para nada. Estoy cada vez más convencida porque mi objetivo al entrar en la política no es una banca, sino cambiarle la vida a la gente.
-¿Le diste algún consejo a Francisco para reencausar la campaña de cara a octubre?
No me escucha (risas). Lo que pasa es que él está a un nivel en su carrera política en el que yo no estoy. Yo me concentro básicamente en la campaña en La Plata y en el contacto con la gente.
Igual, las PASO fueron una elección interna y esto es lo que nos permite recapitular para buscar una mejor manera de comunicar. Seguramente habrá otro slogan de campaña y las formas de plantear las propuestas.
-Me imagino que la campaña es muy intensa y que requiere de tener un alto grado de autoestima y convicción sobre lo que uno propone… Después de las PASO, ¿se deprimió De Narváez ?
-No, para nada. Por esto que te digo, tal vez podés cambiar el modo en que decís las cosas. Bueno, igual eso de que no podés cambiar no es así en todos los casos porque de un día para otro un montón están saltando de un espacio a otro, pero se supone que si vos estás en un lugar peleando por algo, tenés que saber que quizás a mucha gente tu discurso no lo represente o no le interese o no te crea a vos respecto de ese tema pero me parece que tenés que seguir seguro de lo que venís a ofrecer y confiar en eso. Aparte, nadie es dueño de los votos, mirá el ejemplo de Carrió, que fluctuó muchísimo de una elección a otra, o Massa, que hace cuatro años era un candidato testimonial.
-La última vez que hablamos me dijiste que la presidenta estaba borracha de poder. ¿Cómo la ves ahora?
Imagino que el resultado de las internas habrá sido un golpe, pero no veo que se haga cargo de ese golpe. Todas las personas podemos cambiar pero para eso primero hay que reconocer los errores y yo no la veo así.
-¿Es cierto que cuando te encaró de Narváez hablaron de política?
Sí. Fue en el 94, en ese momento a mí me simpatizaba primero el Frente Grande y después el Frepaso, siempre me interesó la política porque más allá de que ahora me dedico de lleno a eso en la vida siempre se presenta el tema político. Bueno, la cuestión es que terminamos hablando sobre educación pública. (risas) Pero a él no le importaba lo que decía. Me miraba otras cosas (risas).
-Desde que estás en política, ¿tuviste que reorganizar la familia?
Tratamos de equilibrar la política con las obligaciones de mamá, como hacen todas las mujeres. Yo trabajo con un grupo de mujeres y en esto nos entendemos… para reemplazarnos y ayudarnos. Trabajamos muy bien en equipo.
-Viste que los hombres dicen algo en lo que no estoy para nada de acuerdo y es que cuando muchas mujeres trabajan juntas se matan entre ellas…
¡Mentira! Eso lo dicen los machistas. (Risas).
-Sos muy delgada, muy elegante y muy alta. ¿Vos no comés nada, no?
De todo
-No puede ser, ¿comés harinas?
Sí , yo creo que deben ser los nervios…
-No te creo, yo también soy nerviosa y no adelgazo nada…
Debe ser genético. Es más: estoy tratando de engordar unos kilos porque estoy demasiado flaca.
-A mí eso no me pasó nunca…