Son de causas del juzgado de Martínez de Giorgi, que presentó una queja. Están en uno de los containers apilados en el puerto, bajo vigilancia de Prefectura. Necesitan una escalera. Cuando despegan o aterrizan, es inaccesible. Son casos sensibles como Odebrecht y Sueños Compartidos.
En la Dársena F del Puerto de Buenos Aires funciona un helipuerto. Cuando no está programado el despegue o aterrizaje de algún helicóptero de Prefectura Naval, la Justicia federal porteña puede acceder a un container que tiene en el lugar. Allí se resguarda bajo candado documentación de causas judiciales de relevancia, como Odebrecht e irregularidades en subsidios pagados a concesionarias de trenes en el kirchnerismo. Todo lo custodia un prefecto.
Esas cajas y expedientes deberían estar en Comodoro Py 2002, pero no hay lugar.
Se trata de un container adjudicado al juzgado federal 8 a cargo de Marcelo Martínez De Giorgi. Días pasados una secretaria fue hasta el lugar con su auto particular, pidió prestada la escalera plegable a los prefectos, subió hasta el container y retiró documentación que necesitaba para avanzar en una de las pesquisas. La cargó en su vehículo y volvió a Py. La rutina se repite cada vez que se precisa algo, salvo que llueva o que en el lugar esté prevista la partida o el arribo de helicóptero. Si es así, hay que esperar.
Eso pasó por ejemplo el día en que enviados del Consejo de la Magistratura de la Nación llegaron al juzgado en el cuarto piso de Comodoro Py para escuchar reclamos que se habían anticipado en un oficio enviado poco antes: no pudieron visitar el lugar porque el helipuerto estaba operativo.
“En el marco de la presente causa se puso a disposición del Tribunal un contenedor con documentación vinculada al sumario que se encuentra en el predio del Departamento de Investigaciones de Delitos Económicos de Prefectura Naval Argentina, sito en Dársena F Puerto Nuevo Este receptáculo a su vez se ubica sobre la base de otros contenedores que sirven de apoyo, al que se accede mediante el uso de una escalera que se encuentra afectada al helipuerto que allí se emplaza”, graficó Martínez De Giorgi en el oficio que envió en simultáneo a la Cámara Federal porteña y al Consejo de la Magistratura al que accedió #BORDER.
El juez advirtió sobre el “riesgo” para el personal que “debe manipular la documentación en este precario escenario”. Por ello se sostuvo que “urge” disponer de un espacio físico en el edificio “con las medidas de seguridad adecuadas” para resguardar el “gran caudal documentario afectado a las causas en trámite en especial de aquellas que por su complejidad insumen el mayor espacio, conocidas como ‘Sueños Compartidos’, ‘Subsidios’ y ‘Odebrecht’”.
Además, en junio último, la Sociedad Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (SOFSE), reclamó que se le restituya un espacio del tercer piso en un edificio de Ramos Mejía 1358 que antes se usaba como bóveda o caja fuerte y ahora guarda documentación judicial vinculada a la tragedia del tren de Once.
El área de arquitectura de esa sociedad envió un informe en el que advirtió que “no pueden asegurarse las condiciones de seguridad en el resguardo de documentación de relevancia como la allí existente”.
Por éste y otros reclamos cursados desde distintas dependencias, la Cámara Federal de Casación envió una nota al Consejo de la Magistratura para reclamar la reubicación de aquellas dependencias que no son del fuero federal y están en el edificio de Comodoro Py, como dos juzgados en lo criminal ordinario de la planta baja y su sala de audiencias, para contar con más lugar.
Son muchos los juzgados con contenedores asignados en terrenos linderos al edificio: algunos almacenan efectos secuestrados en allanamientos y otros procedimientos y otros expedientes de investigaciones ya terminadas y a la espera de ser enviadas a archivo.
Otro container, que fue violentado el 31 de diciembre pasado, guarda otra parte de la causa Sueños Compartidos, investigación a punto de ser enviada a juicio oral con Pablo y Sergio Schoklender y Hebe de Bonafini entre sus procesados.
También es habitual ver pilas de expedientes en pasillos, baños y en los despachos de los jueces, en estanterías que llegan hasta el techo. También escritorios con empleados en lugares de paso o salas de estar.
Esta situación es sólo una muestra de lo que ocurre con las condiciones edilicias de la sede de doce juzgados y otras tantas fiscalías, tribunales orales federales y en lo penal económico, instancias de apelación como la Cámara Federal porteña y la Federal de Casación -con jurisdicción en todo el país, además de defensorías de incapaces y de menores.
Tribunales orales que preparan causas importantes como los juicios por corrupción en el kirchnerismo, la llamada Mafia de los medicamentos o contra bandas de narcotraficantes, también tienen contenedores asignados para guardar sus causas en predios linderos al edificio. Al menos a esos pueden acceder cuando lo necesitan. Ningún helicóptero debería demorar a la Justicia.