Entre 2009 y 2015, el Estado gastó $ 7.810,31 millones en el programa Fútbol para Todos, que transmitió de manera gratuita para todo el país más de 3.970 partidos. Para 2016, están presupuestados casi $ 1.900 millones. No se cumplió el objetivo de repartir ganancias para el deporte olímpico. Esta semana, la AFA pidió al Gobierno rescindir el contrato desde 2017 por lo que el programa ya tiene fecha de vencimiento.
Pasión de multitudes, la transmisión de los partidos de fútbol se volvió un tema de estado en la Argentina. Desde 2009, cuando el gobierno de Cristina Kirchner firmó un acuerdo con la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) para quitarle los derechos a una empresa del Grupo Clarín, todos los partidos de Primera A y algunos del Nacional B se ven por canales de aire en todo el país. Pero para 2017 el Estado ya no será responsable de las transmisiones, lo que ya generó reacciones de todo tipo.
Los números muestran que desde mediados de 2009 hasta diciembre de 2015 se gastaron $ 7.810,31 millones en el Fútbol para Todos, cifra que incluye el pago a la AFA más los costos de producción. Esa cifra, de cumplirse lo presupuestado, llegaría a los $ 9.704,68 millones para el final de este año. Son casi 10 mil millones de pesos que sirven de argumento para aquellos que critican que sea el Estado el que tenga que afrontar semejante costo.
Estos números surgen al sumar el total devengado por año, según consta en los registros de ejecución presupuestaria. Diversos informes, sin embargo, sostienen que el monto debería ser incluso superior si se cuentan los segundos de espacio publicitario que el kirchnerismo dejó de percibir por cerrar las puertas a la pauta privada y utilizar al programa como un órgano de difusión de políticas del gobierno y para criticar a opositores.
En las Cuentas de Inversión (informe de ejecución presupuestaria que el Ejecutivo presenta ante el Congreso), consta el total de partidos que se transmitieron. Además de las dos primeras categorías, el Fútbol Para Todos también difundió la Copa Argentina, la Copa del Mundo de 2014, amistosos de la selección y partidos de las copas Libertadores y Sudamericana. En total, hasta 2015 se totalizaron 3.970 años partidos, sin contar el centenar de carreras de automovilismo que se transmitieron por año desde 2012, cuando empezó el Automovilismo para Todos.
Esto significa que el Gobierno de Cristina Kirchner gastó $ 2 millones por partido, promedio que engloba a los partidos más importantes de cada fecha como también los menos atractivos, algo que se incrementó en 2015, con el torneo de 30 equipos. El último informe de rating que difundió el Gobierno fue el de 2013. Así lo expresó en la Cuenta de Inversión de ese año: “El promedio anual de rating de los partidos de fútbol resultó de 5,77 puntos (6,84 puntos para Primera A y 2,94 puntos para Nacional B), mientras que en las competencias automovilísticas fue de 2,94 puntos (5,1 puntos para Turismo Carretera, 2,15 puntos para Turismo Nacional y 1,6 puntos para TC Mouras)”.
Desde la AFA, en tanto, se difundió el promedio de rating por equipo desde 2009 hasta mediados de 2014, dando como resultado que River (23.88) y Boca (21.34) lideraban el listado. Mostraba también que apenas 9 equipos superaban los 10 puntos de promedio (se suman Racing, Independiente, San Lorenzo, Newell’s, Rosario Central, Estudiantes y Vélez).
Error de cálculo. El 20 de agosto de 2009, cuando Cristina Kirchner, flanqueada por Julio Grondona y Diego Maradona, anunció el convenio con la AFA dejó una frase para el recuerdo, cuando dijo que los goles “estaban secuestrados” y los comparó con los 30 mil desaparecidos de la dictadura. Sin embargo, en ese discurso, la entonces presidenta también se mostró confiada de que la venta de publicidad iba a permitir tener ganancias. “La comercialización del producto es lo que va a garantizar el pago del mismo y estoy segura, además, va a exceder el contrato; por eso, hemos planteado que en lo que exceda el 50 por ciento será destinado a la AFA y el 50 por ciento a la promoción del deporte olímpico”.
Pero el programa no sólo no dio ganancias sino que significó el gasto de casi 10 mil millones de pesos. Desde fines de 2010, el kirchnerismo entendió que el Fútbol para Todos era una tribuna ideal para hacer publicidad oficial, y prohibió todo tipo de publicidad privada durante las transmisiones. Los camiones Iveco e YPF fueron las únicas empresas que pudieron asociar su marca al fútbol.
Mientras tanto, entre 2009 y 2015 el programa de “promoción del deporte social y de alto rendimiento”, que hasta este año estuvo bajo la órbita del ministerio de Desarrollo Social (ahora pasó a Educación), recibió fondos por $ 1464 millones (más de 5 veces menos que el fútbol).