Recibirá apenas el 15% de lo que tenía previsto para 2016. Es el área que creció exponencialmente bajo el mando del jefe kirchnerista de la fuerza, sobre todo luego de la pelea de Cristina con Stiuso. En Defensa, están reclamando que la merma no sea tan grande, porque también le bajaron a la Armada y la Fuerza Aérea. El Gobierno quiere subir los fondos para la AFI.
Cuando comenzó su pelea con la ex SIDE, en su momento comandada por Jaime Stiuso, Cristina Kirchner decidió fortalecer un segundo armado de inteligencia. Así fue como el entonces jefe del Estado Mayor del Ejército, César Milani, vio crecer exponencialmente los fondos con los que contaba para esa tarea. En el proyecto de Presupuesto 2017, esa tendencia alcista no sólo se corta, sino que cae estrepitosamente: el Ejército tendrá el año próximo sólo el 15% de lo que se le había asignado para 2016.
De esta manera, el ítem “Inteligencia operacional táctica” que administra el Ejército será el más bajo desde 2008, totalizando $ 107,4 millones. El Presupuesto 2016, en cambio, le otorgaba $ 721,7 millones. Casi siete veces menos presupuesto. Milani fue designado como jefe del Ejército en 2013. En ese entonces el presupuesto para trabajos de inteligencia era de $ 332,9 millones. Todos los años siguientes, las partidas crecieron siempre en torno a la inflación real, del 30%, y contrastaba con el de la ex SIDE, que cada año mostraba un crecimiento menor.
Desde la nueva conducción del Ministerio de Defensa, no obstante, aseguran que nunca encontraron señales de que Milani hubiera montado una agencia de inteligencia paralela. “Yo no puedo asegurar que Milani hizo inteligencia”, responde el ministro Julio Martínez cada vez que le consultan por el tema. “Si existió se hizo por afuera”, añaden fuentes oficiales, que aclaran que también es lo lógico porque sino hubiera montado algo que va en contra de la ley. “Si lo hicieron, no dejaron huellas”, concluyen.
Fuentes vinculadas a la inteligencia y la seguridad, aseguran que Milani se habría hecho de todo el equipamiento necesario para hacer tareas de espionaje, pero que todo ese material no quedó en la órbita del Ejército. La versión más instalada es que todo eso quedó guardado en un hotel vinculado a un intendente del conurbano bonaerense. Nadie se anima a ir a buscarlo.
La baja del presupuesto en inteligencia afecta a todo el Ministerio de Defensa, que es donde están incluidos los fondos para el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. El presupuesto 2016 le otorgaba, en total, $ 1.085 millones para el rubro “inteligencia”. Para 2017, bajará alrededor de un 80%, a $ 200 millones. Fuentes ministeriales, sin embargo, explicaron que ese punto todavía no está definido y que se está negociando un monto mayor al especificado en el proyecto presentado por Alfonso Prat-Gay. “Se está discutiendo para tener un poco más, la semana que viene va a estar definido”, aseguran. De todas formas, dan por descontado que la baja en Ejército seguirá siendo considerable.
Como contrapartida, este año los fondos de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI, ex SIDE) volverán a subir, incluso por arriba de los pronósticos inflacionarios. Desde que Cristina se peleó con Stiuso, los presupuestos del organismo de inteligencia quedaban prácticamente congelados, algo que recién se quebró en 2015, cuando se creó la AFI y asumió al frente Oscar Parrilli.
Para 2017, la AFI dispondrá de $ 1.804 millones. Así, sus titulares, Gustavo Arribas y Silvia Majdalani (la cuestionada por Elisa Carrió), tendrán un 24% más de fondos ($ 1.450 millones era el Presupuesto para 2016).
Cambió el Gobierno, cambió la inteligencia. Sin embargo, muchos nombres siguen siendo los mismos. Salvo el de Milani, que ahora enfrenta causas judiciales en su contra, por violaciones a los derechos humanos y por presunto enriquecimiento ilícito.
