La vedette María Eugenia Ritó será citada a declarar por el fiscal Alvaro Garganta en la causa que investiga lavado de activos y defraudación al Estado, y por la que Daniel Scioli fue citado a declarar. Es que el fiscal intenta ahondar sobre la responsabilidad del ex marido de Ritó, Marcelo Salinas, quien está sospechado de haber montado un esquema para beneficiar a una empresa propia con obras de la empresa estatal Aguas Bonaerenses S.A. (ABSA).
La causa, que se inició por una denuncia de Elisa Carrió contra Scioli, sus funcionarios y empresarios cercanos, apunta a “diferentes cajas políticas” con las que supuestamente se habrían beneficiado los denunciados. Una de ellas es ABSA, una empresa que hace años viene siendo apuntada no sólo por su ineficacia, sino por supuestos desmanejos.
El titular de esa empresa durante los ocho años de Scioli en la Gobernación fue Guillermo Scarcella, un hombre de su confianza y cercano también al juez federal Rodolfo Canicoba Corral. Según Carrió, Scarcella sería “testaferro” de Scioli. Las investigaciones judiciales encontraron que tenía vínculos con sociedades offshore en Estados Unidos.
¿Dónde entrá Ritó en esta trama? Su ex marido era asesor de Scarcella en ABSA, y desde ese lugar logró que se contratara a una empresa de la cual es director, Gral Saneamiento, para obras millonarias. Fuentes con acceso a la investigación relataron a #BORDER que en los hechos ABSA hacía muy pocos trabajos, y que por eso terminaba tercerizando casi todas las obras. Lo curioso es que las ganadoras eran siempre las mismas empresas, vinculadas a Salinas o al gremio de obras sanitarias provincial.
Un informe del Tribunal de Cuentas, además, detectó que las contrataciones entre ABSA y Gral Saneamiento se hicieron a través de un estudio de abogados llamado “Caiella, Salinas y Asociados”. Sí, Salinas es el mismo Salinas. El ex marido de Ritó.
Toda esta información consta en la megacausa que investiga el fiscal Garganta, por la que está citado a declarar el propio Scioli, como había anticipado #BORDER. Desde el sciolismo justifican que la citación surge por un pedido del ex gobernador, ex vicepresidente y ex candidato a presidente, quien luego de que la causa escalara presentó un escrito en el que solicita que el fiscal lo cite y le presente las pruebas que tiene en su contra. La lógica que está detrás de la defensa de Scioli es que el “no estaba al tanto”. Así, explicaría que los desfalcos que se investigan en ABSA (pero también en el BaPro, en la obra social IOMA, en Lotería de la Provincia, entre otros organismo) se hicieron a sus espaldas.
La información de la citación a Ritó fue anticipada por la periodista Mercedes Ninci, vía Twitter. El fiscal estaría esperando que la vedette se recupere de un problema de adicciones para citarla a declarar como testigo. Considera que tiene información relevante sobre los negocios de su ex y sus vínculos con Scarcella y Scioli.
La separación entre Ritó y Salinas, en 2013, después de doce años de relación, también dejó información relevante sobre el patrimonio de Salinas. Defendida por la abogada mediática Ana Rosenfeld, Ritó hizo reclamos multimillonarios en la separación de bienes. Llegó a hacer mención a un departamento en Miami, otro en Punta del Este, y tres en la Ciudad de Buenos Aires, además de una embarcación que también tenía en el balneario uruguayo.
El jueves 16 de marzo, cuando esté sentado frente al fiscal, Scioli deberá dar explicaciones sobre las investigaciones. Difícilmente el nombre de Ritó salga durante la conversación, pero seguro tendrá que hablar sobre su ex marido, Salinas, y sobre su funcionario amigo, Scarcella.