Máxima tensión y amenaza de ruptura en el massismo por la ley antidespidos

Por: Gustavo Streger @gstreger

Empresarios vs. sindicalistas, la pelea que enfrenta al bloque del Frente Renovador. Tras la caída de la sesión convocada por el kirchnerismo, Massa intenta mostrarse lejos de los K pero producir daño al Gobierno. Los vínculos con grandes grupos económicos.

 

El Frente Renovador vivió 48 horas de máxima tensión, con fuertes peleas y hasta una amenaza de ruptura. El heterodoxo bloque comandado por el diputado Sergio Massa volvió a dar muestra de equilibrismo político en el fracaso de la sesión especial que el kirchnerismo y la izquierda impulsaron para tratar la prohibición de despidos y la doble indemnización: por un lado generó un fuerte revés para el Frente para la Victoria que no consiguió los números para precipitar una discusión incómoda para el Gobierno, pero al mismo tiempo adelantó que votaría la norma en la sesión del próximo miércoles.

La sesión sin quórum para tratar la ley antidespidos.

 

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El diputado Daer, junto a Plaini.

La oposición necesitaba 129 voluntades para comenzar la sesión especial que trataría la media sanción del Senado al proyecto de ley que prohíbe los despidos y las suspensiones por 180 días. El kirchnerismo con sus aliados, el justicialismo de Diego Bossio y la izquierda, lograron reunir a 101. Sólo el gremialista Héctor Daer se sentó en su banca de los 37 diputados que pertenecen al interbloque Unidos por una Nueva Argentina (UNA), que Massa comparte con los legisladores que responden al ex gobernador cordobés Juan Manuel de la Sota y al actual de Chubut, Mario Das Neves; además del Movimiento Popular Neuquino del gobernador Omar Gutiérrez y cuatro bloques unipersonales.

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Sin embargo, fuentes de ese espacio político en estricto off the record confirmaron a #BORDER que las heridas del ala gremial del bloque fueron profundas y hay al menos un dirigente que analiza dejar el espacio. “Nosotros convocamos al movimiento obrero al Congreso y ahora lo ninguneamos”, se quejó un vocero del sector disconforme.

El presidente, Mauricio Macri, había pedido públicamente a la oposición “no acompañar al kirchnerismo en esto” y afirmó estar dispuesto a pagar el costo político de vetar la norma. Los sectores gremiales consultados por #BORDER cuestionaron que “el Gobierno le tira a Massa con los K y él rebota mal”. El tigrense salió rápido hoy junto a Facundo Moyano para intentar mantener la unidad y mostrar sintonía con los sectores sindicales. Además, prometió que el próximo miércoles en una sesión ordinaria “sin caprichos y sin prepotencia, los argentinos vamos a tener una ley que protege a los trabajadores de los despidos”.

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Intereses cruzados

El Frente Renovador tiene la particularidad de hacer convivir al ex presidente de la poderosa Unión Industrial Argentina (UIA), José Ignacio de Mendiguren, con los sindicalistas Daer, Moyano y los camioneros Jorge Taboada y Enrique Castro Molina. Los empresarios en bloque se opusieron a la regulación aprobada en la Cámara alta.

Massa tiene numerosos contactos con el mundo empresario. El industrial fue uno de los principales operadores del ex jefe comunal de Tigre con los hombres de negocio durante la campaña electoral: intentó acercarlo al dueño de Techint, Paolo Rocca; y a los hermanos dueños de la petrolera Bridas, Carlos y Alejandro Bulgheroni. También a Gerardo Wherthein, según relata la biografía no autorizada de Massa publicada por el periodista Diego Genoud, quien también relata las cercanas relaciones con el banquero Jorge Brito.

“Nuestro bloque es muy amplio, tenemos empresarios, sindicalistas y hubo mucha discusión, pero hablar de una fractura es exagerado. El Vasco y Daer dan su opinión. Sería ilógico que no haya debate”, dijeron cerca de Massa a #BORDER.

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Massa junto a obreros y Facundo Moyano.

El camino hacia la ley

A partir de la caída de la sesión este mediodía, se abrió una semana intensa de negociaciones en el Congreso. El massismo afirma que intentará defender su dictamen que añade al plan de los senadores una ayuda fiscal a 610 mil Pymes y un programa para incorporar al mercado laboral a las personas mayores de 50 años y a jóvenes de entre 18 y 24 años. Una modificación a la media sanción implicaría la necesidad de que el proyecto retorne al Senado y se dilaten los tiempos de aplicación, algo que el kirchnerismo pretende evitar.

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La principal duda abierta es, si en caso de no conseguir los números necesarios, el frente UNA apoyará el dictamen de mayoría lanzado por el resto de la oposición o votará en contra. Los operadores de Cambiemos ya comenzaron los diálogos en la Cámara y se esperan días de llamados cruzados. El massismo se encamina a las elecciones del 2017 con una estrategia similar a la presidencial del año pasado: recorrer la ancha avenida del medio; pretende ser una oposición constructiva, lejos de la valoración negativa que hacen del FpV pero sin quedar pegados a un Gobierno que deberán enfrentar en pocos meses. Mientras, la tensión interna aumenta.

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