Operativo electoral: se confirman las primeras medidas para evitar sospechas en octubre

Por: Pablo Sieira @psieira

Está decidida la instalación de cámaras en el Correo y de GPS en los camiones que trasladan las urnas. Pierde terreno la boleta única complementaria.

Al calor del escándalo por el descontrol de las elecciones en Tucumán que suma todos los días un nuevo capítulo, el oficialismo, la oposición y la Justicia llegaron a un consenso sobre éstas medidas de seguridad, que ya están en marcha, para los comicios de octubre. Son el paso previo al cambio de sistema electoral para 2017 y 2019 que hasta el peronismo acepta y que se dará en el marco de un Congreso con más juego propio que el actual.

Si bien la Cámara Nacional Electoral recibirá el próximo martes a todos los partidos políticos para discutir las medidas que se adoptarán en octubre, fuentes de ese tribunal confirmaron a #Borderperiodismo que algunas, como la instalación de GPS en los camiones que trasladan las urnas, «ya están en vías de formalizarse».

Además, el tribunal ya «le ha pedido al Ministerio de Justicia y a la Dirección Nacional Electoral que ponga cámaras en el Correo Central y más custodia para los telegramas», dijeron.

Éstas son algunas cosas que reclamó la oposición mediante el documento que presentaron el último martes. El Gobierno, por su parte, había dejado trascender que las aceptaría. Ocurre que la Casa Rosada no quiere dejar ningún margen para las dudas sobre la legitimidad de las elecciones que confían en ganar, con Daniel Scioli como candidato presidencial.

Un senador oficialista admitió frente a este medio que lo ocurrido en Tucumán no se puede repetir, pero también alertó sobre «el peligro de lo que está haciendo la oposición al tratar de deslegitimar el proceso electoral». Eso «no le conviene a nadie», dijo. El dirigente sostuvo que por ello se tomarán todos los recaudos para garantizar la transparencia en las presidenciales.

Así, se llegó a un rápido consenso (tal vez más rápido de lo que muchos esperaban) en torno al operativo electoral para octubre. Sin embargo, la implementación de la boleta única complementaria no goza del mismo acuerdo entre la dirigencia política y la Justicia.

Según las fuentes consultadas, «la Cámara Electoral está a favor» de ese sistema, que permitiría neutralizar las consecuencias de un posible robo de boletas, al entregársela a los votantes que no encuentren la papeleta de su preferencia en el cuaeto oscuro. Pero las posibilidades de que ordene su implementación en octubre «son casi nulas».

La resistencia a que ese sistema sea adoptado en este turno electoral proviene del Gobierno. Las razones son políticas y técnicas. En el plano político, el uso de la boleta única podría complicar al candidato a gobernador bonaerense, Aníbal Fernández, dado que facilitaría el corte de boleta en momentos en que él apuesta al arrastre de Scioli para imponerse en la provincia, donde María Eugenia Vidal le pisa los talones.

Desde el punto de vista técnico, la boleta única puede generar un número muy elevado de votos en blanco sin los electores no son capacitados con tiempo. «En Santa Fe hubo 30 por ciento de voto en blanco porque la gente dejaba muchos casilleros sin marcar en la papeleta, por eso con tan poco tiempo no se puede implementar», explicó a este medio uno de los principales juristas que integra las filas del Frente para la Victoria.

A sabiendas de que el Gobierno no facilitaría el uso de este sistema, la oposición decidió dejar de lado el pedido de la boleta única y optó por solicitar la entrega a los presidentes de mesa de fajos adicionales de listas para los casos en que haya faltantes en el cuarto oscuro. Sólo el frente Progresistas que lidera Margarita Stolbizer insistirá con este reclamo en la reunión del martes.

Sin embargo, en el oficialismo aceptan que después de estas elecciones, el sistema electoral tendrá que cambiar. «Para 2019 ya tiene que haber voto electrónico», señaló a #Borderperiodismo un legislador del Frente para la Victoria que fomará parte de la estructura parlamentaria del sciolismo, en caso de que el gobernador bonaerense gane en octubre. La oposición reclama esa reforma para las legislativas de 2017.

Será una cuestión a debatir por el próximo Congreso. El clima será propicio para esa discusión dado que, a diferencia de lo que ocurre actualmente, el Parlamento tendrá mucho más juego propio.

El legislador que pidió mantener reserva de su nombre pronosticó que con el próximo Gobierno el Congreso tendrá más lugar para la discusión interna. Durante la etapa kirchnerista, la mayoría que el Gobierno mantuvo tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados le permitió ejercer una conducción vertical del Congreso: los proyectos del Poder Ejecutivo salían como por un tubo y casi siempre sin modificaciones.

Los peronistas creen que en un eventual gobierno de Scioli esto no ocurrirá porque el bonaerense tiene otro estilo. Subrayan que durante sus ocho años al frente de la Provincia nunca se metió en los debates internos de la Legislatura y creen que lo mismo ocuriría con el Congreso.

Pero no hay que adelantarse. Falta poco más de un mes para las elecciones presidenciales en las que se podrá avizorar mejor el panorama para los próximos cuatro años. Por el momento, el operativo para que esos comicios no dejen lugar a dudas, ya está en marcha.

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