Surgen indicios de paz entre sciolistas y kirchneristas para el ballotage y mensajes de un cambio para la campaña. Expectativas por el mensaje de CFK.
En medio de la ola de rumores y especulaciones en torno a la relación entre Daniel Scioli y el ala dura del kirchnerismo, empezaron a surgir indicios de una tregua en el oficialismo, frente a la difícil parada que les espera el 22 de noviembre. Antes de que la presidenta Cristina Kirchner hable esta tarde, su entornó empieza a dar señales de un nuevo rumbo para la campaña.
El mensaje más contundente en ese sentido lo dio Camilo Vaca Narvaja, yerno de la Presidenta, al afirmar que «Daniel Osvaldo Scioli es el cambio verdadero». El funcionario y miembro del círculo íntimo de la mandataria también caracterizó a Scioli como «un candidato fuerte» y destacó que «tiene el respaldo» de otros presidentes y expresidentes de la región, de buenas relaciones con el kirchnerismo.
En la lectura fina de esas declaraciones se destaca el término «cambio», que hasta ahora parecía prohibido en el oficialismo. El mensaje de Vaca Narvaja podría interpretarse entonces como un reconocimiento por parte del sector duro del kirchnerismo de que, para ganar, deben aceptar que Scioli se perfile como el hombre que hará correcciones al modelo, sin apartarse por completo, además de reconocerlo como candidato.
Y es que durante la campña de la primera vuelta, la frase «el candidato es el modelo» jugaba en contra de Scioli: parecía la negación del candidato y la ratificación del rumbo económico sin cambio alguno. Mensaje equivocado para seducir a los votantes indecisos, tal vez cansados del «modelo K».
El yerno de la Presidenta también dijo otra cosa muy significativa: «Si nosotros tenemos un canidato débil, se lo comen los buitres». Fue un llamado de atención hacia adentro. Además de interpretarse como un reto a las críticas que los propios (Carta Abierta, Hebe de Bonafini, por ejemplo) destilaron contra Scioli, esa frase apuntaría a la riesgosa jugada que habría intentado un sector del kirchnerismo durante la campaña.
Trascendió que parte del ala dura habría le habría retaceado apoyo intencionalmente a Scioli -con frases como la mencionada «el candidato es el modelo» o «la conductora va a seguir siendo Cristina» con la intención de dejarlo debilitalo en la primera vuelta y obligado a mendigar el respaldo de los «puros» para el ballotage. Después del domingo, quienes ventilaron esa versión reconocieron que «se pasaron de rosca».
También Alicia Kirchner, gobernadora electa de Santa Cruz y cuñada de la Presidenta, pidió «militar en todo el país para que los compañeros Scioli y Zannini sean la fórmula ganadora». Nuevamente, el candidato ya no es «el proyecto» es Scioli.
Sin lugar a dudas, más allá de las declaraciones del joven dirigente oficialista, la postura del kirchnerismo terminará de definirse con el mensaje de Cristina, pero el peronismo parece tener tomada la decisión de darle todo el respaldo a Scioli con o sin apoyo del ala dura.
Así lo demostraron los gobernadores peronistas en la reunión que mantuvieron hoy con el candidato en Tucumán, en ocasión de la asunción de Juan Manzur como gobernador de esa provincia. También los funcionarios sciolistas que mandaron a callar a los miembros de Carta Abierta que, tras la elección, criticaron el armado del eventual Gabinete de Scioli.
Scioli empezó a dar sus propias señales de autonomía: «Las decisiones de la campaña las tomo yo. O, siendo presidente, las tomaré yo a partir del 10 de diciembre, y de acá al 10 de diciembre las decisiones del Ejecutivo nacional las toma la presidenta«. Es evidente que el candidato finalmente abandonar el papel de «alfil de Cristina» para asumirse como líder. Perfil necesario para corregir alguno de los errores de la campaña para la primera vuelta.
¿Acompañará Cristina Kirchner al candidato? ¿Estará dispuesta a darle juego propio para ganar?