Hoy, Agustín Fernández, el diputado tucumano que provocó un quiebre en Unión por la Patria luego de acompañar el proyecto de Ley Ómnibus y firmar el dictamen del mismo, anunció que dejaban la bancada peronista para conformar un nuevo espacio en la Cámara Baja denominado “Independencia”.
En esta iniciativa, Fernández será acompañado por Elia Fernández y Gladys Medina, otras dos diputadas de Unión por la Patria, quienes también decidieron acompañar el megaproyecto y abandonar la bancada peronista.
Hace unas horas el legislador habló en entrevista radial para Radio Con Vos para explicar la decisión que sorprendió a los hasta ayer compañeros de bancada y anticipó qué hará cuando el proyecto se discuta en el recinto la semana próxima.
“A mí me eligieron en ese distrito y en Tucumán les vengo diciendo que esto es para salvar el tema del azúcar. Hemos peleado para que se saquen todas las retenciones al limón. Aún estamos viendo que se mejore la fórmula de los biocombustibles. Estamos hablando de puestos de trabajo que para nosotros son muy importantes, son las dos principales industrias que eran atacadas en esta ley”, comenzó su argumento.
Fernández aseguró que está viajando a su provincia para explicar “la decisión política que tomó el gobernador Osvaldo Jaldo”, de Tucumán, y que él acompañó.
Reconoció también que acompañar el dictamen del oficialismo lo obligó a dejar el bloque de Unión por la Patria, y a pesar de que aseguró que mantiene una “excelente relación” con ese espacio, realizó algunas críticas.
“A todos nos piden diálogo, a todos nos solicitan diálogo en distintas cosas. Ahora, cuando ese diálogo lo encara institucionalmente el Gobierno de la provincia de Tucumán, a través de su gobernador, con representantes del Poder Ejecutivo, con la gente del Ministerio del Interior, y nos conceden distintas situaciones, invalidan nuestro diálogo. ¿Hay diálogo de algunos nada más o todos podemos opinar y dialogar? Son preguntas para reflexionar y debatir”, manifestó Fernández.
Ayer por la tarde, luego del voto a favor de la iniciativa del Gobierno, el diputado presentó un documento a la presidencia de la Cámara de Diputados en donde hacía referencia de que se conformaría un nuevo bloque. Fernández será el presidente, Gladys Medina la secretaria parlamentaria y Elia Fernández de Mansilla como secretaria administrativa.
Con esto, Tucumán queda encolumnada tras el oficialismo y apoya, por el momento, a la administración de Javier Milei.
La moneda de cambio del acuerdo fueron modificaciones en el proyecto de ley. El tucumano consiguió proteger la producción azucarera y limonera, tal como lo confirmó Fernández hoy.
El diputado dijo que la firma del dictamen de mayoría no implicaba un apoyo a la ley de manera integral, pero evitó especificar qué apoyará y qué no cuando se debata en el recinto, y dijo que eso lo terminará de definir con el gobernador.
“Nuestro deber es gobernar la provincia de Tucumán durante cuatro años y tener con el Gobierno nacional esta situación en las distintas transferencias para poder discutir paritarias con los maestros, con los policías. Hay realidades institucionales que tenemos y entendemos que otros diputados no tienen y respetamos a rajatabla eso. Tenemos la obligación de gobernar la provincia más importante del NOA”, añadió Fernández.
Las presiones de los gobernadores
Quien ayer se refirió a la decisión de Fernández fue el también diputado nacional por Tucumán, Pablo Yedlin, quien conversó con el tema en el programa radial Mañana Sylvestre. Allí contó que Fernández votó a favor del dictamen por pedido de Jaldo. «De alguna manera fue el pedido que recibió del gobernador de la provincia», comenzó diciendo Yedlin.
«Yo voy a votar en contra de la ley, en general, y en particular voy a defender las cosas que entiendo que para Tucumán son importantes», agregó. También dijo que le había planteado a Jaldo que era «un error» pero -sin querer justificarlo- señaló que estuvo presionado.
«Hay que entender las presiones a las que los gobernadores estuvieron sujetos en el último tiempo», explicó. Sin embargo, manifestó que «con un poco de labor parlamentaria», la oposición puede conseguir que salga una ley «débil» y «complicada para las voluntades iniciales» que expresó la administración de Milei con las reformas sobre la Economía y temas como las jubilaciones, salud, cultura y reforma electoral.
