La Corte Suprema de Justicia confirmó que Cristina Kirchner deberá continuar usando la tobillera electrónica mientras cumple prisión domiciliaria en su departamento de San José 1111, en la Ciudad de Buenos Aires.
Esta resolución se conoció luego de que se rechazara el recurso presentado por la defensa de la expresidenta, que pretendía apartar a los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, quienes habían ratificado su condena en junio de 2024.
El fallo de la Corte rechazó el pedido para dejar sin efecto el monitoreo electrónico impuesto en el marco de la causa “Vialidad”, donde Cristina Kirchner fue condenada a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
Los jueces explicaron que la defensa no atacó de manera adecuada los fundamentos que llevaron al Tribunal Oral Federal 2 y a la Cámara Federal de Casación a exigir el uso de la tobillera. Además, aclararon que “el dispositivo de monitoreo electrónico es una exigencia normativa que tiende a coadyuvar al control judicial sobre la restricción ambulatoria que pesa sobre quienes cumplen una pena privativa de la libertad en la modalidad de prisión domiciliaria”.
En cuanto al régimen de visitas, la defensa solicitó que se permita a Cristina Kirchner recibir visitas de personas ajenas a su círculo íntimo sin necesidad de autorización previa. Sin embargo, el Tribunal Oral Federal N.º 2 estableció que cada visita de alguien que no sea familiar, médico o abogado debe ser justificada y autorizada previamente.
Esta medida responde a la gran cantidad de personas que acuden al departamento donde cumple su prisión domiciliaria. Además, dado que el régimen de visitas fue modificado el 19 de noviembre de 2025, la Corte consideró que el reclamo de la defensa era abstracto y no procedente.
Por otro lado, el juez Jorge Gorini autorizó a la expresidenta a acceder a la terraza del edificio por un máximo de dos horas diarias, mientras que puede salir al balcón de su departamento sin restricciones.
Con esta resolución, Cristina Kirchner seguirá bajo prisión domiciliaria, con la tobillera electrónica puesta y controles judiciales cada tres meses, manteniendo así un estricto monitoreo de su situación legal.
