Luego de realizar un análisis de los subsidios a la energía eléctrica y hallar que impactaban positivamente en sectores sociales de alto poder adquisitivo, el Gobierno los eliminó del régimen de los alcanzados por esos beneficios y reveló números sobre esta situación. El 44% de la población de esos barrios privados se habían categorizado como de ingresos bajos.
A su vez, el 56% se consideraba de ingresos medios, pero que, por su estilo de vida y consumo mensual del servicio, el resultado fue el contrario, ya que, en muchos casos se equiparaban con los gastos de una pyme promedio argentina.
Con el objetivo de avanzar en el orden fiscal, la medida forma parte del nuevo esquema de segmentación tarifaria y, busca reorientar el beneficio a sectores de la población de bajos recursos e ingresos económicos, excluyendo a quienes no necesitan el subsidio.
En este punto, desde el gobierno dijeron que "la medida representa el fin de los privilegios que algunos políticos gozaban por el solo hecho de vivir en Puerto Madero o barrios privados, ya sean dueños de la propiedad o vivan de prestado, como le pasaba a algún que otro político en la Argentina”.
La decisión alcanza a más de 15.500 usuarios del servicio de electricidad residentes en el exclusivo barrio de Puerto Madero, como así también a quienes lo hacen los barrios cerrados del AMBA y serán excluidos del régimen de subsidios energéticos.
En este sentido, Nación comenzó con el proceso de recategorización de forma automática, lo cual le va a permitir al gobierno el ingreso de más de $3.000 millones al año y, en consecuencia, la medida va a robustecer la labor gubernamental camino al orden fiscal.