El explosivo enfrentamiento que se desató entre el presidente de Estados Unidos Donald Trump y el megaempresario Elon Musk generó preocupación en el gobierno de Javier Milei, aunque se muestran confiados en poder hacer equilibrio con ambos, sin tener que romper el vínculo con el propietario de Tesla y de la red social X.
En Casa Rosada evitarán pronunciarse oficialmente sobre la pelea entre el mandatario estadounidense y su hasta hace poco funcionario, que viene escalando en virulencia con acusaciones cruzadas. Fuentes de Presidencia remarcaron que "el vínculo formal es con el gobierno de los Estados Unidos".
Justamente, el nexo con la Casa Blanca de la administración libertaria era Musk, por lo que ahora se buscará cambiar de interlocutor y todos los focos se posan sobre el secretario de Estado, Marco Rubio, quien meses atrás manifestó simpatía por el presidente argentino.
En ese marco, la apuesta libertaria será mantener el equilibrio con Trump y el empresario de origen sudafricano. Algo parecido a lo que el Gobierno está haciendo con los Estados Unidos y China, ya que pese al claro alineamiento con Washington se evita romper o tomar demasiada distancia con el gigante asiático, en medio de la pulseada geopolítica entre ambas potencias.
Mientras sucede esto, el canciller Gerardo Werthein sigue trabajando para concretar en el corto plazo la primera reunión bilateral de Milei con Trump en la Casa Blanca desde que el republicano volvió a asumir la presidencia.
Con el Acuerdo Marco de Comercio e Inversión (TIFA) y la idea de avanzar en el tratado de libre comercio anunciado en el tintero, Milei busca además cerrar un entendimiento arancelario común con Estados Unidos sin que sus movimientos afecten la fluida relación con Musk, a quien calificó de "amigo" en febrero durante su última visita en la que le regaló una motosierra dorada.