El Gobierno oficializó el llamado a licitación para la concesión y modernización de la Vía Navegable Troncal (VNT), con apertura de sobres prevista para el viernes 27 de febrero de 2026 y publicación de los pliegos en la plataforma electrónica contrat.ar, utilizada para las concesiones del Estado nacional.
Uno de los ejes centrales de esta nueva licitación fue el procedimiento de observaciones a los pliegos, convocado mediante la Resolución N.º 61 del 4 de diciembre de 2025, que habilitó durante diez días la presentación de sugerencias y consultas sobre aspectos técnicos, ambientales y operativos.
En ese período se recibieron 40 presentaciones de empresas dragadoras, cámaras sectoriales, particulares y asociaciones civiles, lo que permitió introducir correcciones al esquema licitatorio.
Entre las que se destacan la disminución de la tarifa mínima, la readecuación del plan económico-financiero, la reexpresión de la cláusula de estabilidad tributaria, cambios en anexos contractuales, ajustes en los plazos de renovación de boyas, la actualización de batimetrías y modificaciones técnicas vinculadas al dragado, el balizamiento y el diseño de buques, con impacto directo en la operatividad de la hidrovía.
La licitación apunta a modernizar una infraestructura estratégica para la Argentina, ya que la VNT es clave para reducir costos logísticos y mejorar la competitividad del comercio exterior, tanto para los exportadores como para los productores locales.
El proceso licitatorio fue elaborado a partir de un trabajo conjunto entre el Estado nacional, el sector privado, las provincias y los usuarios de la Hidrovía, y además contó con respaldo técnico internacional de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), que certificó la transparencia del proceso y señaló que al menos ocho grandes empresas globales están en condiciones de competir, lo que refuerza el carácter competitivo de la licitación.
La Vía Navegable Troncal concentra más del 80% del comercio exterior argentino y resulta también clave para el flujo comercial de Paraguay, el sur de Brasil, Uruguay y Bolivia, consolidando su rol estratégico a nivel regional.
El nuevo concesionario deberá ejecutar obras largamente postergadas, reclamadas desde hace más de una década por exportadores, importadores, empresarios industriales y el sector agroexportador, con el objetivo de mejorar la capacidad y eficiencia de la vía navegable.



