La interna en la cúpula del Gobierno nacional dejó de ser un susurro de pasillos para convertirse en una fractura expuesta. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, confirmó que la relación entre el presidente Javier Milei y la vicepresidente Victoria Villarruel atraviesa su peor momento desde que asumieron en diciembre. Según Francos, el mandatario percibió una traición de su compañera de fórmula y, fiel a su estilo, decidió cortar todo vínculo.
“El Presidente sintió una traición y actuó en consecuencia. Es un tema que viene de antes, no de ahora”, dijo Francos en declaraciones a radio Mitre, dejando en claro que la grieta no nació con la última sesión en el Senado, sino que arrastra capítulos previos no revelados.
El detonante
El último y más visible desencuentro ocurrió en la Cámara alta, cuando Villarruel presidió la sesión que terminó aprobando el paquete de leyes previsionales, entre ellas la suba de haberes jubilatorios, en contra de la postura del Ejecutivo. Para el entorno de Milei, esa decisión fue vista como un acto de rebelión que puso en jaque la prioridad número uno del gobierno: el equilibrio fiscal.
A partir de entonces, desde el entorno presidencial comenzaron a referirse a Villarruel como “traidora”, y Milei redobló la apuesta en redes sociales, compartiendo publicaciones que la calificaban de “demagoga”, “bruta” y “traidora”, sin atenuantes.
Villarruel, lejos de replegarse, eligió defender su accionar en Instagram y lanzó una chicana directa contra el Presidente: “Que ahorre en viajes y en la SIDE y listo”, escribió al responderle a un seguidor. El mensaje resonó como un misil en la Casa Rosada.
Francos, considerado uno de los funcionarios más racionales del Gobierno y principal interlocutor con sectores políticos y provinciales, intentó bajar el tono el fin de semana. “Es una posición institucional muy compleja”, dijo entonces, en alusión a la responsabilidad de Villarruel de presidir la Cámara durante la sesión. “No pudo suspender una reunión que se había auto convocado. Si no entraba al recinto, la sesión la presidía otra persona”, justificó.
Pero hoy, el tono fue otro. Francos blanqueó que la relación está rota y que será difícil de recomponer: “El Presidente es muy terminante cuando siente que alguien lo traicionó. Me parece difícil revertirlo”. Además, desestimó los argumentos de Villarruel respecto al gasto público del Ejecutivo. “Su cálculo sobre los viajes de Milei o la SIDE no tiene ningún sustento técnico. Fue simplemente una chicana”, afirmó.