El escenario político argentino se encuentra en ebullición ante las negociaciones en curso entre el líder de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, y el expresidente Mauricio Macri, con miras a una posible fusión entre LLA y el PRO. Las conversaciones desataron un debate intenso tanto dentro de las fuerzas políticas involucradas como en el ámbito nacional.
La figura de Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, emerge como un elemento crucial en este escenario, al asegurar que cualquier acuerdo parlamentario mantendrá la presidencia de la Cámara bajo el dominio de LLA. Su afirmación, realizada en respuesta a los intentos de figuras prominentes del PRO, como Macri y Cristian Ritondo, de capturar el liderazgo de Diputados, muestra las tensiones y rivalidades internas dentro de la posibilidad de coalición.
Las conversaciones entre Milei y Macri también abarcan la distribución de cargos clave en el Gabinete, como ANSES y la Secretaría de Energía. Aunque se especula con una posible confluencia parlamentaria entre LLA y el PRO, se prevé que este acuerdo se centre principalmente en el ámbito legislativo, liderado posiblemente por Ritondo y respaldado por alrededor de 70 diputados.
Sin embargo, la posible alianza enfrenta resistencias tanto dentro del PRO como en otros sectores políticos. Figuras prominentes del PRO, como María Eugenia Vidal, expresaron su escepticismo e incluso rechazo a unirse a la gestión liderada por Milei. Además, se señala que la influencia de Macri dentro de su partido disminuyó, y algunos miembros demandan un debate interno sobre los términos y condiciones de cualquier acuerdo con LLA.
Mientras tanto, los gobernadores del PRO, Rogelio Frigerio e Ignacio Torres, se reunirán con Patricia Bullrich en un gesto de apoyo a la ex candidata presidencial de Juntos. Este encuentro, centrado en la gestión de seguridad en sus respectivas provincias, también refleja la preocupación por las versiones de un entendimiento entre Macri y Milei, así como la necesidad de mantener la cohesión dentro del partido.
A medida que avanzan las discusiones, se espera una mayor claridad sobre los términos y condiciones de cualquier acuerdo, así como un mayor debate interno sobre su viabilidad y alcance.
