El gobierno nacional acaba de anunciar el cierre definitivo del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI). Así lo informó hace instantes el vocero presidencial Manuel Adorni, en su habitual conferencia de prensa.
Según sus dichos, “uno de los ideales del Presidente Milei es la reducción del Estado y la eliminación de todo lo que no genere un beneficio para los argentinos” y por eso puntualizó que “se tomó la decisión de avanzar en el desmantelamiento de diferentes institutos que efectivamente no sirven absolutamente para nada o son grandes cajas de la política o lugares para generar empleo militante y el primero de ellos va a ser el Inadi”.
Adorni detalló que actualmente tiene 400 empleados, y “decenas” de oficinas “a lo largo y a lo ancho del país”. También manifestó que “muchas veces estos institutos tiene la particularidad de estar conducidos por funcionarios de dudosa idoneidad”; aunque evitó dar nombres.
“No vamos a seguir financiando ni rosca política, ni lugares donde se paguen favores políticos ni donde haya cientos o decenas de puestos jerárquicos en un país que está absolutamente empobrecido”, señaló Adorni, y agregó: “No podemos hacer que la gente con sus impuestos siga pagando este tipo de cuestiones”.
Actualmente, el Inadi se encuentra bajo la intervención de Marisa Greta Pena, funcionaria nombrada por Alberto Fernández tras la salida de Victoria Donda.
El Instituto se creó en 1995 tras la sanción de la Ley 24515 y comenzó a funcionar dos años después, en 1997. Actualmente se encuentra bajo la órbita del Ministerio de Justicia.
El diputado socialista por Santa Fé, Esteban Paulón, tuiteó al respecto: “El @inadi es un organismo creado por ley, por lo cual el gobierno no puede tomar esa decisión unilateralmente. Las organizaciones defensoras de derechos humanos deben alzar la voz para evitar este atropello inadmisible”.