La dirigente social jujeña Milagro Sala fue internada el sábado 27 de diciembre en el Hospital San Roque de Gonnet, en La Plata. La internación se produjo alrededor de las 15.30, en medio de un fuerte hermetismo judicial y sanitario, y se da en un contexto en el que Sala permanece bajo arresto domiciliario con monitoreo electrónico.

Según pudo reconstruirse, el ingreso al centro de salud ocurre pocos días después de que Sala se mudara a una nueva vivienda en Manuel B. Gonnet, a escasas cuadras del propio hospital público donde ahora se encuentra internada. El cambio de domicilio había sido autorizado para atravesar allí las fiestas de fin de año, luego de que se presentara ante la Justicia un pedido formal por la situación habitacional generada tras el vencimiento del contrato de la casa en la que residía desde 2023, en Villa Elvira.

Antecedentes médicos recientes y contexto judicial

La internación no se produce en un vacío sanitario. Sala había sido internada en terapia intensiva por una trombosis venosa profunda en una pierna, cuadro que sus allegados describieron como grave y de tratamiento prolongado. Ese antecedente forma parte del contexto en el que su defensa insiste en la necesidad de sostener controles médicos y seguimiento regular en La Plata.

En los últimos días, y ante el vencimiento del contrato de alquiler de la vivienda de Villa Elvira, el propietario intimó la devolución del inmueble y llegó a advertir la posibilidad de iniciar una acción de desalojo. Eso derivó en la presentación judicial de Sala para fijar un nuevo domicilio en Gonnet. Allí sostuvo que la mudanza fue ajena a su voluntad y que la falta de un domicilio válido ponía en riesgo la continuidad del arresto domiciliario que cumple bajo supervisión judicial. También remarcó que su permanencia en La Plata es clave para mantener tratamientos médicos y psicológicos que —según argumentó— no podrían garantizarse en Jujuy, provincia en la que fue condenada.

Con ese cuadro, el cambio de residencia permitió encauzar una situación que había quedado al borde del conflicto judicial. Sin embargo, la reciente internación vuelve a poner el foco en su estado de salud y en la necesidad de seguimiento médico permanente.

El hospital donde permanece internada

El Hospital San Roque funciona en el predio de calle 508 entre 18 y 19, en Gonnet. Es uno de los centros sanitarios más importantes de la Región Sanitaria XI y se consolida como hospital interzonal de referencia de la provincia de Buenos Aires. Su rol es clave porque recibe derivaciones de otros centros que no pueden resolver determinados cuadros, lo que lo convierte en un punto central para la atención pública.

Su guardia trabaja de manera incesante y enfrenta una demanda sostenida, con demoras que pueden superar las cuatro horas de espera, en un contexto de fuerte presión sobre el sistema sanitario y con personal que sostiene la atención a pesar de condiciones laborales difíciles. Además de su capacidad de respuesta ante urgencias —especialmente vinculadas a los principales corredores viales de la zona—, el hospital tiene gran reconocimiento en Maternidad y Neonatología, donde el “parto respetado” forma parte de sus prácticas habituales.

El San Roque también cumple un rol clave como Hospital Escuela, con servicios de docencia e investigación que forman nuevas generaciones de profesionales de la salud y contribuyen a sostener estándares de calidad en la atención pública. A la par de su prestigio, enfrenta el desafío permanente de una demanda creciente, la gestión de turnos, el mantenimiento de infraestructura y la obligación de sostener un servicio gratuito y accesible.

Una internación que vuelve a tensar el expediente

Mientras tanto, Milagro Sala continúa bajo arresto e internación domiciliaria en el marco de su proceso judicial, aunque ahora alojada en el hospital público de Gonnet que es sostenido por contribuyentes de toda la Provincia. La internación coincide temporalmente con su reciente mudanza a una vivienda cercana al establecimiento sanitario y con la resolución judicial que le permitió permanecer en La Plata para continuar con sus tratamientos.

Por ahora, no trascendieron detalles oficiales sobre la evolución de su cuadro y el caso se maneja con estricto hermetismo. La situación sanitaria vuelve a cruzarse con el frente judicial y mantiene activo un expediente que, en las últimas semanas, ya había tenido fuertes movimientos por la cuestión habitacional y la continuidad del arresto domiciliario.