La confrontación entre el gobierno nacional y la provincia de Buenos Aires alcanzó un punto crítico este fin de semana tras los llamados del presidente Javier Milei a una rebelión fiscal en el distrito bonaerense. El comentario suscitó una contundente respuesta del gobernador bonaerense Axel Kicillof.
“Lo quiero dejar claramente establecido: es gravísimo y nunca ocurrió que un Presidente llame a incumplir la ley”, comenzó señalando el mandatario provincial en conferencia de prensa, este lunes.
Kicillof salió a hacer frente a las acusaciones y advertencias de Milei, acusándolo directamente de promover lo que describió como «narco capitalismo»: “Cuando el Estado se ausenta lo que se logra no es el anarco capitalismo sino el narco capitalismo”.
En este contexto, el funcionario explicó que ante la falta de prestaciones básicas como la salud y la educación, “las organizaciones criminales empiezan a tomar el lugar” que le corresponde al Estado. “Hay escuchas de algunos miembros de organizaciones criminales que empezaban a hablar de pagar los remedios, que no se podían costear por el aumento desmesurado que hubo en las farmacias”, ejemplificó.
El gobernador expresó su profunda preocupación por las acciones del gobierno de Milei, calificando sus políticas de «ajuste criminal» que ponen en riesgo el funcionamiento del Estado y el bienestar de la sociedad.
Además, aprovechó la ocasión para cuestionar las motivaciones detrás de las acciones de Milei, sugiriendo una falta de racionalidad y previsión en la toma de decisiones. «No sé por qué lo hace, no soy psicólogo», admitió Kicillof, haciendo alusión a las frecuentes incursiones nocturnas de Milei en las redes sociales.
“Hace falta estar despierto a las horas de trabajo”, señaló e invitó al presidente a salir «del encierro» y a que «recorra lo que pasa en nuestros barrios, producto de este plan económico que resulta criminal en sus resultados».
De igual forma indicó la necesidad de «ponerle freno urgentemente a un desquicio y a la creencia de que es por impulsos, por raptos, que se toman las decisiones. No se puede gobernar por impulso. Tal vez sea una respuesta o una venganza por lo que ocurrió con el DNU en el Senado”, planteó.
En otro momento de la conferencia, Kicillof criticó la gestión económica del gobierno nacional, calificándola como «los liberales más locos del mundo» por su política de devaluación de la moneda y liberación de precios de alimentos básicos. Además, denunció la represión de salarios y jubilaciones como parte de estas medidas, señalando el impacto negativo que tienen en la vida de los ciudadanos.
En última instancia, el gobernador bonaerense advirtió sobre los intentos del gobierno de Milei de desintegrar las capacidades del Estado provincial y, en consecuencia, la unidad nacional. «El punto no es achicar el Estado solamente; con estas decisiones para que no se puedan cumplir las leyes tributarias, se trata de una cuestión de desintegrar muy claramente las capacidades del Estado provincial e incluso la unidad nacional», concluyó Kicillof, subrayando la gravedad de la situación.
