La tensión política alcanzó por estas horas niveles críticos con la Confederación General del Trabajo (CGT), quienes amenazaron con un paro general en protesta contra las políticas de ajuste del Gobierno de Javier Milei. Mientras tanto, en un intento por mitigar las crecientes fricciones, algunos ministros buscan tender puentes con los gobernadores, en un paisaje político marcado por los desafíos y el desgaste gubernamental.
El secretario general adjunto de la CGT, Pablo Moyano, adelantó la intención de la central sindical de llevar a cabo un «gran paro general» en rechazo a las medidas de austeridad propuestas por el Ejecutivo.
El dirigente sindical explicó que «la bronca va creciendo, hay paro en todos los sectores».
Y añadió: «Las políticas contra el pueblo argentino están a la vista, Milei sólo gobierna para el sector empresarial».
Estas declaraciones llegan en un momento en el que el presidente Javier Milei y su círculo cercano disputan conflictos públicos con varios mandatarios provinciales, incrementando la tensión y dificultando el diálogo.
Sin embargo, ante este panorama enrarecido, algunos ministros del Gabinete nacional optaron por una estrategia de apaciguamiento. Es el caso de Guillermo Francos, ministro del Interior, quien destacó la necesidad de diálogo en una reciente reunión con el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, enfocándose en buscar soluciones conjuntas a los problemas locales y atraer inversiones para el desarrollo económico de la región.
«Seguimos en el camino del diálogo para solucionar en conjunto los problemas de la provincia y avanzar en las normas necesarias para atraer grandes inversiones en sectores esenciales como el litio», publicó Francos tras el encuentro.
En el mismo sendero intentaría ir el ministro de Economía, Luis Caputo, quien elogió la relación del gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, con el gobierno nacional, señalando un contraste con las tensiones en Chubut.
Esta movida hacia el acercamiento contrastó con la línea dura mantenida por otros sectores del Gobierno, que avivaron las llamas del conflicto con la CGT y los gobernadores.
Mientras la posibilidad de un paro general se cierne sobre el horizonte, algunos ministros trabajan arduamente para reconstruir la confianza y encontrar soluciones consensuadas con los gobernadores provinciales, en un esfuerzo por calmar las aguas y avanzar hacia un futuro más estable y próspero para el país.