La mansión de Pilar, cuyos propietarios son una jubilada y su hijo monotributista, sospechados de ser testaferros del tesorero de la AFA, Pablo Toviggino, fue tasada en más de 20 millones de dólares luego de un peritaje encargado por la Justicia. Esa cifra supera ampliamente los 1.8 millones de dólares que habían declarado sus dueños.
El informe de los peritos del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de San Isidro se extendió en 550 páginas y fue girado al juez en lo penal económico Marcelo Aguinsky. La tasación había sido ordenada por el juez federal Daniel Rafecas, cuando estaba a cargo de la investigación.
Entre todos los bienes que se encontraron en la propiedad de la localidad de Villa Rosa, incluidos los 54 vehículos deportivos que estaban dentro de un galpón, la suma asciende a 20.815.100 dólares.
Solo la parcela principal del lote fue tasada en 5.600.000 dólares, mientras que el valor de la casa principal se ubicó en unos 2.385.000 y el domicilio secundario en 1.230.000. Otras edificaciones de la mansión incluyen el edificio de entrada (134.000 dólares), un depósito (1.050.000 dólares), una caballeriza con vivienda para el cuidador (1.220.000 dólares), y un galpón para autos (1.490.000 dólares).
La pileta se estimó en un valor de 50.000 dólares, el bar en 390.000, la recepción en 350.000, el quincho en 1.490.000, el complejo de spa y gimnasio en 1.450.000. la cancha de paddle en 30.000 dólares y el helipuerto en 85.000 dólares. Las motos y autos de lujo guardados en la mansión de Pilar (54 en total) se tasaron en 3.861.100 dólares.
Quienes figuran como propietarios son el ex dirigente del fútbol Luciano Pantano y su mamá, la jubilada Ana Conte. Están en la mira por ser presuntos “prestanombres”, ya que sus situaciones patrimoniales no tienen correlato con el valor de las propiedades a su nombre.
Pantano y Conte se habían negado a declarar en la Justicia este lunes por una maniobra de su abogado defensor. El juez buscaba que dieran una explicación convincente sobre cómo pudieron adquirir la mansión.



