Cristina Kirchner permanecerá detenida con prisión domiciliara en su departamento de la calle San José al 1111, en el barrio porteño de Constitución, pero el juez Jorge Gorini impuso condiciones como el uso de tobillera electrónica y un régimen de visitas, mientras que cada tres meses se supervisará que esté cumpliendo con las reglas de su reclusión.
En ese marco, la ex presidenta no podrá alterar la tranquilidad del barrio, es decir, que tendrá que evitar salir al balcón, donde decena de militantes acampan en la vereda desde que salió la condena, generando un fuerte malestar entre los vecinos.
Cristina Kirchner también tendrá que entregar un listado de sus familiares, custodios y profesionales, como médicos y abogados que tengan que ir a su domicilio. Por último, Gorini incluyó entre las medidas el uso de tobillera electrónica.
"Resuelvo imponer a la nombrada las siguientes reglas de conducta, las cuales tendrá que observar y cumplir mientras se mantenga la modalidad domiciliaria del cumplimiento de la pena de prisión", sostuvo el juez en su resolución.
Entre ellas, figura que la ex mandataria deberá permanecer en el domicilio fijado, obligación que no podrá quebrantar salvo en situaciones excepcionales de fuerza mayor que deberá justificar debidamente. Por fuera de estos supuestos, deberá requerir y obtener la autorización previa del tribunal, sin excepción.
Gorini también encomendó a la Dirección de Control y Asistencia de Ejecución Penal que lleve adelante la supervisión de "la ejecución de la prisión domiciliaria de Cristina Elisabet Fernández de Kirchner y eleve a esta sede los resultados de la supervisión cada tres meses, período de tiempo al cabo del cual se evaluará el grado de acatamiento de las reglas impuestas, con los alcances establecidos en la ley".
Y ordenó a la Dirección de Asistencia a Personas Bajo Vigilancia Electrónica, dependiente de la Subsecretaría de Asuntos Penitenciarios del Ministerio de Seguridad Nacional, la colocación de un dispositivo de vigilancia electrónico.