Durante la larga sesión de ayer en el Congreso para el tratamiento de la Ley Ómnibus, la cual se reanudará hoy a las 12 del mediodía, se vivieron momentos de mucha tensión -tanto adentro como afuera del Congreso- y alegatos muy potentes por parte de distintos diputados.
Uno de esos momentos fue cuando habló el diputado de la Unión Cívica Radical (UCR) Facundo Manes, quien a diferencia del presidente del bloque, Rodrigo De Loredo, y más en línea con el presidente del partido, Martín Lousteau, se opuso enfáticamente a la ley.
“No cuenten con nosotros para facultades extraordinarias. Que nadie se confunda. Queremos un país moderno, próspero, integrado al mundo”, aseguró Manes.
“Defendemos la economía de mercado, la iniciativa privada y se lo digo como médico, docente, científico y emprendedor, que da trabajo todos los meses», agregó.
Si bien aseguró que quiere “leyes modernas”, “un Estado más eficiente, honesto, con menos regulaciones” y que “esté al servicio de la gente”, aseguró que el gobierno defiende la libertad de unos pocos. “La libertad que proclaman es una falsa libertad”, sentenció.
“No creemos en las fuerzas del cielo. Creemos en las fuerzas de la educación, la ley, la salud, la ciencia y la tecnología. Vayamos por esa verdadera libertad. Para eso necesitamos estadistas, no leones”, concluyó.
Por su parte, el diputado del PRO, Hernán Lombardi, apoyó el proyecto y criticó la “hipocresía y cinismo” del kirchnerismo, apuntando a quien habló antes de él, Santiago Cafiero, quien fue canciller durante la administración de Alberto Fernández.
“Hay que terminar con la hipocresía y el cinismo. El diputado propinante (Cafiero) fue el mismo canciller que cuando lo llevaron a Rusia con el presidente Fernández fueron a decirle que Argentina era la puerta abierta para América Latina, un mes antes de la invasión salvaje de Rusia a Ucrania”, dijo Lombardi.
“Son los mismos que cuando el avión venezolano tripulado por iraníes decían que lo estaban educando a los iraníes paseándolos por la Patagonia. Y hoy hablan acá dándole lecciones al presidente Milei, que ganó con el 56% de los votos. Son los mismos que no dieron las alertas rojas cuando los funcionarios iraníes se pasaban e iban a la asunción del tirano de Nicaragua”, continuó
Asimismo, consideró que “es hipócrita y cínico no decir que los cuatro años de Alberto Fernández son los cuatro años del peor gobierno de la democracia argentina”. “Por algo lo escondieron durante las elecciones. ¿Alguien lo vio durante las elecciones? No, lo tenían que tener escondido a él y su gabinete. Los mismos que estaban escondidos ahora renacen como hongos en la lluvia”, declaró Lombardi.
Luego apuntó contra las críticas de la oposición al DNU: “Gobernaron cuatro años y ahora se rasgan las vestiduras por el DNU. El presidente Fernández dictó 177 decretos de necesidad y urgencia”. “¿Saben cuántos de esos DNU se incorporaron nuevos a la Cámara de Diputados, cuántos se trataron en estos años? Cero. Y ahora se rasgan las vestiduras. Les gusta gobernar así”, añadió.
Finalmente destacó que apoyará el proyecto de Javier Milei, ya que, según contó, tuvo con su espacio la oportunidad de discutir varios puntos en comisión para que sean corregidos. «Vamos a apoyar al Presidente en general y darle herramientas. Lo vamos a votar en general y en particular. Nos dieron la oportunidad de discutir, algo que nunca habíamos vivido con el gobierno anterior», señaló.
Antes de Lombardi, el diputado de Unión por la Patria, Santiago Cafiero, se manifestó en contra del proyecto. “Algunos hacen hincapié pensando en que estas son las bases para refundar la Argentina y otros hacemos hincapié en decir que esto lo único que va a hacer es destruir la patria”, manifestó.
También, al igual que días atrás había denunciado la CGT, cuestionó el modo en que se dio el debate sobre el megaproyecto. «Una discusión tan profunda para implementar un programa que busca cambiar el sistema de gobierno no debería ser una discusión en comisiones a la ligera, ni mucho menos una discusión express donde la mayoría se termina consolidando en lobbys de hotel o en departamentos de funcionarios».
Luego, lanzó duras críticas a quienes apoyar el proyecto. «Hay diputados y diputadas que han sido humillados de parte del oficialismo y sin embargo hoy son los que están dispuestos a ponerle el combustible a la motosierra de Javier Milei. Hoy están sentados en sus bancas y van a legitimar que se arrasen con derechos de argentinos y argentinas», sentenció.
Quien habló antes fue el diputado del PRO Diego Santilli, quien rememoró el debate presidencial del año pasado para apuntar fuertemente contra «la herencia» que, en su criterio, dejó el gobierno de Alberto Fernández.
«Han desbastado a la Argentina. Fue la presidencia más inflacionaria, después de la hiperinflación. El año pasado fue la más alta del mundo., 45% de pobres, 10% de indigentes, 6 de cada 10 chicos pobres y los jubilados perdiendo poder adquisitivo», dijo.
Y continuó: «Es un mazazo. Nos dejaron el banco central vacío de reservas y el gasto publico insostenibles. Una bomba de deudas sin resolver y aislados del mundo. Por sí o por no… ¿Vamos a bajar la edad de imputabilidad?. Por si o por no… ¿Vamos a parar con la pérdida de empresas?».
Antes de Santilli, el diputado nacional de Unión por la Patria, Carlos Heller sostuvo que el proyecto de ley ómnibus es «contrario al interés de los argentinos» y busca «beneficiar a las grandes corporaciones».
Al comienzo de su intervención, el economista se refirió al proyecto «4M» en alusión a «Martínez de Hoz-Menem-Macri y Milei», y explicó que «un denominador común» de todos ellos es que «propiciaron lo mismo». Recordó una de las consignas de la dictadura militar, «achicar el Estado es agrandar la Nación», mientras que el menemismo sostenía que «todo lo que sea estatal será privatizado».
Heller se refirió a las palabras de Milei en el Foro de Davos, cuando cargó contra la Justicia social porque «no aporta el bienestar general». Al respecto, dijo que «la justicia social está incluida en la Constitución Nacional, por lo tanto, renegar de la justicia social es de alguna manera estar diciendo que se desconoce la Constitución».
Para el diputado de Unión por la Patria, “no se puede aprobar esto de ninguna manera”, por lo que su bloque “ha decidido el rechazo total en general y en particular, porque no hay cosas rescatables, porque el contenido a lo largo y a lo ancho de todo este proyecto es contrario al interés de las y los argentinos”.
La diputada del Frente de Izquierda, Myriam Bregman, además de expresarse en contra del proyecto, se refirió a los incidentes con los manifestantes en las inmediaciones del Congreso de la Nación: «Quiero comenzar denunciando los hechos que están ocurriendo aquí afuera con un operativo delirante, desproporcionado y que solo cabe en la cabeza de la miliquita de Patricia Bullrich», lanzó Bregman.
La diputada consideró que quienes se oponen al proyecto tienen “derecho a manifestarse”. “Esto no se puede normalizar, es una barbaridad», planteó.
La legisladora salió luego a sumarse a la movilización y aseguró ante la prensa que la ministra de Seguridad no lleva adelante «ningún operativo antipiquete» sino que «lo único que quiere ver es sangre, bala, represión y gases lacrimógenos».
Antes de la intervención de Bregman, el diputado de Hacemos, Nicolás Massot, anunció que iba a acompañar el proyecto en general, pero hizo varias críticas a los insultos del presidente Javier Milei a los legisladores en sus redes sociales, quien los llamó «extorsionadores» y «coimeros».
«Al mismo momento que en su ya acostumbrado hábito de expresarse a través de otros perfiles anónimos en redes sociales con una mano le daba me gusta a una publicación que nos tildaba de kirchneristas, con la otra firmaba la resolución que nombraba a Daniel Scioli como funcionario de su gabinete. Se ve que se suma a las filas de la casta no tan casta», dijo.
«Este bloque de ‘extorsionadores y coimeros’ va a dar voto en general y no solo para lo que está en esta ley, sino que queremos que se vuelva a incorporar la moratoria y el blanqueo; que discutamos los aspectos centrales para darle respuestas a la gente y que abandonemos el Twitter y el TikTok», dijo Massot, e insistió en que en reiteradas oportunidades intentaron negociar con el Gobierno.
«¿Qué pasó con la campaña, dónde están los privilegiados?», cuestionó a La Libertad Avanza. «La campaña terminó, reflexionen. Acá no hay club del helicóptero, aflojen con los slogan».
La diputada del bloque PRO, María Eugenia Vidal, aseguró que no es parte de La Libertad Avanza y que «no pidió» votar por el presidente Javier Milei pero aclaró: «Nunca fui ni voy a ser parte del club del helicóptero; ni de cuanto peor, mejor».
«Este es uno de los peores tiempos de la Argentina, no es tiempo de especulación ni de ventaja política ni de mezquindad», dijo la ex gobernadora bonaerense y habló de «darle una oportunidad» al gobierno actual, además de que responsabilizó al kirchnerismo de la situación actual y sostuvo:»Dejen de comer pochoclo esperando que estalle la bomba y todo esté peor».
Ya por la tarde, alrededor de las 16:00, quien había rechazado el proyecto es el diputado de Unión por la Patria, Itaí Hagman, quien cuestionó las modificaciones y la «desprolijidad» con la que se había llegado al tratamiento de la ley en el Congreso. «Eliminaron la mitad de la ley, no sabemos qué proyecto estamos discutiendo», dijo.
«El único damnificado es el pueblo argentino. Lo que hasta ahora vimos del programa económico es un ataque brutal a la clase media y a los trabajadores», agregó y cuestionó que el gobierno le este “sacando a los jubilkados, a las pymes y a la clase media para transferirle a los monopolios y a los ricos de la Argentina. “
Paula Oliveto, diputada de la Coalición Cívica, aseguró que acompañarían el proyecto pero con “muchas reservas”.
«No hay libertad si un solo argentino no puede definir qué le va a dar de comer a sus hijos. Sigamos trabajando para que este país pueda encontrar la verdadera unión nacional. Un país dividido es inviable y cuando un país es inviable, lo pagan los más pobres», planteó.
«Nosotros no vamos a poner palos en la rueda, estamos dispuestos a asfaltar como obreros el camino hacia el futuro. Vamos a acompañar con muchas reservas el dictamen en general y vamos a plantear modificaciones y nuestras disidencias en muchos artículos. La Coalición Cívica no dejó las convicciones en la puerta de este Congreso», agregó.