Durante la reunión en la Casa Blanca, el presidente Javier Milei entregó a Donald Trump una emotiva carta escrita por las familias de los rehenes argentinos liberados por Hamas, en señal de agradecimiento por su trabajo para alcanzar la paz en Medio Oriente.
La carta inicia con estas palabras: “Le escribimos hoy con el corazón desbordando de alegría. Después de 738 días de oscuridad y sufrimiento, nuestros seres queridos -Eitan Horn y David y Ariel Cunio- hoy están en casa. Después de tanto dolor e incertidumbre, este día se siente como un milagro”.
Además, agregaron: “Finalmente, podemos volver a respirar. Usted nos devolvió la luz que creíamos perdida. Reunió a nuestra familia y restauró nuestra esperanza”.
Las familias Horn y Cunio reconocieron la participación de Trump en el acuerdo de paz en Gaza: “Su liderazgo nos marcó a través de océanos y fronteras. Usted nos recordó que la humanidad y el coraje no conocen distancias. Lo que ha hecho nunca será olvidado. Supo actuar con fortaleza, fe y amor cuando el mundo casi había perdido la esperanza”.
En la carta destacaron que Trump “se puso del lado de la vida y de la verdad. Mostró cómo luce el verdadero liderazgo, guiado por valores, convicción y compasión. Gracias a usted, nuestros hogares vuelven a estar llenos de felicidad”.
Los familiares afirmaron que el mandatario estadounidense “hizo historia de una forma que será recordada por generaciones” y que “demostró al mundo que la libertad, la claridad moral y la humanidad pueden prevalecer incluso en los tiempos más oscuros”.
Asimismo, expresaron que la actuación de Trump “es digna del Premio Nobel de la Paz”.
No obstante, pidieron que continúe su esfuerzo para lograr la repatriación de los rehenes que aún permanecen cautivos: “Le pedimos que continúe su misión hasta que los caídos sean repatriados para su sepultura, y hasta que Lior Rudaeff, nuestro compatriota argentino, y el resto de los rehenes regresen a sus hogares”.
La misiva concluye con un mensaje de profunda gratitud: “Usted nos devolvió a nuestra familia. Nos devolvió la fe en la vida. Por eso, llevaremos su nombre en nuestros corazones para siempre. Con gratitud inmensa y admiración”.