En un giro inesperado de los primeros meses de la administración de Javier Milei, el presidente argentino hizo cambios significativos en la Superintendencia de Servicios de Salud, organismo encargado de gestionar las obras sociales. La remoción, que llega a menos de dos meses de asumir el gobierno, se produce en el contexto de tensiones con la Confederación General del Trabajo (CGT) tras el paro general del miércoles.
Los ahora exfuncionarios, Enrique Rodríguez Chiantore y Nicolás Striglio, estuvieron en el cargo alrededor de seis semanas, y serán reemplazados por Gabriel Oriolo y Claudio Stivelman, dos figuras con perfiles destacados en el ámbito previsional y de la salud.
Gabriel Oriolo, tiene experiencia en el sector previsional y de seguros, ocupó hasta fines de 2023 el rol de Gerente de Procesos y Operaciones en la reconocida OSDE. Por otro lado, Claudio Stivelman, médico con experiencia en Seguridad Social y en la gestión de obras sociales, trabajó en instituciones tan importantes como el Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas.
Este cambio en la Superintendencia de Servicios de Salud, que inicialmente pasó desapercibido para varios funcionarios de la administración, generó especulaciones y sorpresas dentro y fuera del gobierno. Es que, al parecer, ni el ministros de Salud, Mario Russo; ni su par de Capital Humano, Sandra Pettovello, tenìan conocimiento del cambio.
Lo más llamativo es que esta movida se produce horas después del paro general convocado por la CGT, lo que sugiere una clara respuesta del gobierno ante las tensiones con los dirigentes sindicales. La decisión, tomada directamente por Milei y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, señala un mensaje firme y directo sobre la orientación que la administración quiere imprimir en relación con las obras sociales y el sistema de salud.
En el contexto de la propuesta de desregulación del sistema de salud planteada por el Gobierno de La Libertad Avanza, esta reorganización cobra especial relevancia. La Superintendencia de Servicios de Salud tendrá un papel crucial en la implementación de estos cambios, y la designación de Oriolo y Stivelman puede marcar un nuevo capítulo en la gestión de la salud en la era Milei.
El anuncio de estos cambios ha generado diversas reacciones en la sociedad y en los círculos políticos. Mientras algunos destacan la experiencia y perfil de los nuevos funcionarios, otros expresan preocupación por la rapidez con la que se están implementando modificaciones en áreas sensibles como la salud.
En los próximos meses, se espera que estas designaciones y la dirección que tome la Superintendencia de Servicios de Salud sean seguidas de cerca por la opinión pública y los actores involucrados en el ámbito de la salud y los servicios sociales del país.