Javier Milei agita las aguas del debate político y económico y busca un nuevo terreno de batalla: la reforma laboral. Después de enfrentar la resistencia de la Corte Suprema a través del freno en el DNU 70/2023, Milei apunta a darle un respaldo legislativo a sus propuestas de cambio en el mundo del trabajo. Según fuentes cercanas a TN, el plan es claro: llevar la reforma laboral al Congreso, mientras que la reestructuración del sistema previsional se pospone para después del Pacto de Mayo.
Pero, ¿cuáles son las cartas que Milei tiene bajo la manga? Su propuesta de «flexibilización laboral» implica un duro golpe a las multas por trabajo no registrado estipuladas por la ley 27.430, además de un llamado al blanqueo de contrataciones informales. Asimismo, pretende derribar el Registro de Empleadores con Sanciones Laborales (REPSAL).
En el ámbito de las indemnizaciones, Milei busca cambiar las reglas del juego, proponiendo un sistema de fondo de cese laboral similar al de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), con un aporte máximo del 8% de la remuneración mensual. Pero eso no es todo, también tiene en la mira limitar el derecho a huelga, considerando esenciales el 50% de áreas como salud, transporte, telecomunicaciones, cuidado de menores y niveles educativos desde guarderías hasta secundaria.
¿Y qué hay del financiamiento sindical? La propuesta de Milei apunta a desmantelar el pago obligatorio de la cuota sindical, una medida que podría golpear las arcas de los sindicatos. Además, se plantea la opción de extender el período de prueba a ocho meses, todo en aras de una mayor «libertad» en las relaciones laborales.
Pero Milei no solo está pensando en el ámbito laboral, también tiene en su radar otras reformas económicas, como incentivos para grandes inversiones, privatizaciones y desregulaciones en sectores estratégicos como el hidrocarburífero y minero.
Sin embargo, no todo son rosas en este camino. El futuro de sus propuestas se encuentra ahora en manos del Congreso, donde la incertidumbre reina, con poco avance de la Comisión Bicameral, y un freno estratégico en el Senado, para el tratamiento del DNU. Mientras tanto, la Corte Suprema sigue siendo un obstáculo que no puede pasar por alto, con diversas presentaciones que cuestionan la legalidad y urgencia de sus reformas.
Con el reloj corriendo y las tensiones políticas en aumento, ¿logrará Milei llevar adelante su ambiciosa agenda de reformas laborales? La respuesta está por verse en los pasillos del poder legislativo y en las calles donde los sindicatos preparan sus movilizaciones
