Alejandra Monteoliva, la nueva Secretaria de Seguridad recientemente designada por Patricia Bullrich en reemplazo de Vicente Ventura Barreiro, realizó sus primeras declaraciones ya oficializada en el cargo. “Los que nos dedicamos en la seguridad sabemos que estos lugares nunca son fáciles. En mi caso llevo muchos años en el tema, casi 30 años. Uno sabe que estos lugares son complejos, son difíciles, yo siempre lo llamo la silla caliente de la seguridad”, le dijo a manifestó Monteoliva, en diálogo con radio Continental.
La flamante funcionaria, muy elogiada por la ministra de Seguridad, aseguró también, en relación a su desafiante posición: “Vamos a hacer frente a dinámicas delictivas, que eso es cambiante; la necesidad de estar siempre antes del delito es cada vez mayor y cada vez mucho más difícil frente estas dinámicas de criminalidad que nos afecta de manera trasnacional, ya no hay posibilidad de solución en solitario”.
Además, aseguró que vivir con pánico se ha convertido en “un denominador común”, pero “no solo a nivel urbano”. “En el ámbito urbano es donde más se conjugan todos los delitos, pero es un común denominador de nuestros países de la región. Y por eso la importancia siempre de tener una mirada y un anclaje territorial adecuado para dar la respuesta, no hay en este tema recetas mágicas”, manifestó.
En uno de los pasajes de la entrevista radial, la funcionaria narró cómo fue raptada por las guerrillas de las FARC en Colombia, en una de sus experiencias internacionales. “Yo arranqué chica, digo chica profesionalmente. Tenía 25 años en ese momento y arranque en Colombia, en la Colombia de mitad de los 90, en un momento muy crítico. Las tasas de homicidio eran de 434 homicidios cada 100 mil habitantes. Eso fueron como mis primeros trabajos en Medellín”, comentó.
Además, hizo hincapié en la necesidad de llevar adelante políticas de Seguridad en el país. “Una de las grandes piedras en el zapato, y no es solamente un problema nuestro como país, sino también es algo que se replica, son los cortes y las discontinuidades. Eso es crucial para las políticas de seguridad. En nuestro caso, en buena manera es retomar todo lo que se vino haciendo en la gestión anterior. Me refiero a la gestión anterior de Patricia, que yo también la acompañé en ese momento desde el día cero al último día. Después, vemos que cambian los Gobierno y se caen las políticas. En eso es frecuente en todos nuestros países en América Latina, no debiera ser así”, explicó y aseguró que los “grandes acuerdos” contra el narcotráfico y el crímen organizado son “innegociables”.
“ Eso no puede cambiar de gobierno a gobierno, esos son los grandes acuerdos y los grandes nortes. Cuando eso se ha aflojado, o en algún momento no está todo el foco puesto allí, o toda la energía puesta en eso, creo que ahí está buena parte de los déficits, de las políticas o de la dificultad para lograr resultados. Ese es el gran reclamo de la ciudadanía”, consideró.
Quién es Alejandra Monteoliva
Monteoliva es oriunda de Córdoba. Es licenciada en Relaciones Internacionales y egresada de la Universidad Católica de su provincia. Posee un master en Planificación y Gestión del Desarrollo de la Universidad de los Andes en Bogotá, Colombia.
patricia bullrichFue asesora y consultora de las Naciones Unidas en diferentes proyectos vinculados con el área.
Trabajó en la formación en seguridad ciudadana y justicia tanto en El Salvador, como en Honduras, Guatemala, Costa Rica, Belice y República Dominicana.
En tanto, en Bolivia trabajó como consultora en el marco del plan de Fortalecimiento del Sistema de Investigación Científica sobre Seguridad.
Durante su paso por el área de Seguridad durante el gobierno macrista trabajó como directora nacional del Sistema de Información Criminal, y luego como directora nacional de Operaciones, donde articuló el trabajo entre el ministerio y las fuerzas federales.
Ahora, Monteoliva será el reemplazo de Ventura Barrios, hombre cercano al diputado nacional Cristian Ritondo, con quien Bullrich tuvo varias fricciones sobre el rumbo que el PRO debe tomar en su particular relación con el oficialismo.