El juez federal Marcelo Bailaque, envuelto en una investigación por presunta corrupción y vínculos con redes de narcotráfico en Rosario, presentó su renuncia este miércoles. Ahora, es el presidente Javier Milei quien deberá decidir si acepta su dimisión o permite que el proceso judicial siga adelante.
El pedido fue remitido al ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, quien tendrá la responsabilidad de trasladarlo al mandatario para su evaluación. Bailaque, quien ocupaba su cargo desde 2008, había sido citado a comparecer ante la Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura el 17 de junio, instancia que ya había aprobado los cargos en su contra, dejándolo al borde de la destitución.
Acusaciones y antecedentes judiciales
A finales de mayo, el Consejo de la Magistratura determinó que las pruebas recabadas acreditaban que Bailaque incurrió en conductas contrarias a la ética y transparencia exigidas por la Constitución Nacional para el desempeño de la función judicial.
El magistrado se encontraba bajo arresto domiciliario debido a las sospechas sobre sus vínculos con redes del crimen organizado. Hasta noviembre del año pasado, dirigía el Juzgado Federal N°4 de Rosario, pero fue apartado del cargo tras el avance de las acusaciones.
Entre los delitos por los que está imputado se incluyen extorsión, abuso de autoridad, falsificación de documentos públicos, prevaricato e incumplimiento de deberes de funcionario. Se lo acusa de favorecer judicialmente a Esteban Alvarado, un reconocido líder del narcotráfico, y a su exesposa, Rosa Natalí Capuano, mediante maniobras procesales.
Otro de los señalamientos en su contra está relacionado con la fabricación de una causa contra dos financistas con el supuesto propósito de exigirles el pago de una coima. En esa investigación, el extitular de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) en Rosario y Santa Fe, Carlos Vaudagna, se presentó como arrepentido y brindó declaraciones sobre las operaciones ilegales de Bailaque.
El fiscal federal Diego Velasco, a cargo de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), había solicitado que el juez fuera detenido, argumentando que existían riesgos de que intentara obstruir la investigación.
En marzo, la Cámara Federal de Casación Penal estableció que el expediente debía ser tratado bajo el sistema penal acusatorio, que agiliza los procedimientos. Sin embargo, la defensa de Bailaque intentó que se aplicara el antiguo código procesal, cuya lentitud habría favorecido su estrategia de ganar tiempo mientras el Consejo de la Magistratura avanzaba con la acusación por mal desempeño.
Apenas dos semanas después de esa solicitud, Bailaque optó por presentar su renuncia, lo que podría cambiar el rumbo de su situación judicial. Ahora, el presidente Milei tendrá la última palabra sobre si se le permite abandonar el cargo o si el proceso de destitución continúa su curso.