Esta tarde, el espacio de Unión por la Patria solicitó a la presidente del Senado, Victoria Villarruel, que convoque a una sesión especial para el 1 de febrero, con el objetivo de tratar el mega DNU del presidente Javier Milei, que hasta hoy genera revuelo en el escenario político y acumula múltiples denuncias por «inconstitucionalidad».
El decreto de necesidad y urgencia impulsado por el actual gobierno fue enviado al Congreso a principios de enero, para poder obtener validez legislativa. Técnicamente, el mismo debió haber sido tratado dentro de los diez días hábiles por una Bicameral de Trámite Legislativo, que no fue creada.
A pesar de eso, el documento puede entrar al recinto de igual forma al pasar los días correspondientes, motivo por el cual el ex partido gobernante hizo la solicitud durante este miércoles. El avance para su tratamiento se da horas después del paro general de la CGT y a un día de que el oficialismo consiga un dictamen de mayoría por el proyecto de la Ley Ómnibus.
La posibilidad de que las medidas tengan tratamiento en la bicameral expiró el jueves pasado, por lo que el espacio kirchnerista tuvo la posibilidad de pedir la sesión.
LA SITUACIÓN DEL DNU
El mega decreto fue apuntado desde sus primeros minutos de existencia. Empezó con un cacerolazo en distintos puntos del país y continuó con decenas de denuncias por «inconstitucionalidad» u otros motivos con respecto a medidas específicas del DNU, como la reforma laboral. De esta forma, fue judicializado parcial y totalmente por varios organismos.
Hasta el momento, la CGT consiguió suspender el capítulo laboral a través de su presentación judicial. A su vez, la jueza Liliana Rodríguez Fernández declaró la invalidez de seis artículos de esta medida, entre las que se encuentran los cambios en la forma de pago de salarios, el sistema de horas extras y el derecho a realizar asambleas sin perjudicar las actividades normales de la empresa o afectar a terceros.
En el caso de los decretos de necesidad y urgencia, los legisladores nacionales solo podrán aceptarlo o rechazarlo. El mismo no podrá ser modificado ni dividido, en tanto se deberá debatir como un texto único.
Para que el DNU sea derogado, las dos cámaras, tanto la baja como la alta, deben rechazarlo. En el caso de que solo uno de los recintos la apruebe, será suficiente para que este tenga validez.