Después de la aprobación por parte del Gobierno de aumentos en todos los componentes que conforman el valor del servicio eléctrico, las facturas llegaron con incrementos que superan el 180 % respecto al mes anterior. Este abrupto incremento agrava aún más las dificultades de la clase media, la cual se encuentra atrapada entre ingresos estancados y un constante encarecimiento de los servicios esenciales.
Los ajustes tienen su origen en la combinación de la eliminación de los subsidios por parte de la Secretaría de Energía y el aumento en las tarifas de transporte y distribución eléctrica, fijadas por el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE).
Adicionalmente, el Gobierno dio luz verde a una «actualización» de los cargos fijos y variables en las facturas eléctricas. Como consecuencia, empresas como Edenor y Edesur presentaron un incremento notorio en dichos cargos, lo que ha llevado a que las facturas de abril superen los 100 mil pesos, comparadas con los 35 mil pesos del mes anterior.
El proceso de ajuste tarifario también contempló una reestructuración en las categorías de consumo, reduciéndolas de nueve a seis, lo que generó aumentos diferenciados para diversos segmentos de usuarios residenciales.
Es importante tener en cuenta que las facturas de luz están compuestas por cuatro elementos principales: el precio del servicio, el costo del transporte, el valor de distribución y los impuestos. Sin embargo, cada hogar paga de manera diferente según su nivel de consumo y su segmentación de subsidios vigente, que se divide en tres niveles: Nivel 1 (ingresos altos), Nivel 2 (ingresos bajos) y Nivel 3 (ingresos medios).
- Para los usuarios residenciales de ingresos altos, las boletas promedio mensuales experimentaron un aumento del 183%, pasando de $10.467 a $29,637.
- Para los hogares de ingresos bajos, el incremento fue del 185%, elevando las boletas promedio mensuales de $3.970 a $11.313.
- En el caso de los hogares de ingresos medios, el aumento alcanzó el 177%, con las boletas promedio mensuales pasando de $5.518 a $15.260.
Para descifrar el laberinto de los aumentos en la factura de luz, es crucial prestar atención a varios aspectos clave:
1. Categorías tarifarias y consumo energético: El Gobierno autorizó una nueva escala de consumo. En este nuevo esquema, a mayor categoría, mayor es el costo, por eso se debe verificar en qué categoría se está encuadrado y cuánto se consumió durante el período facturado, ya que determinan los cargos fijos y variables.
2. Evolución de las tarifas: Desde enero hasta abril, se han aplicado diferentes tarifas, eliminación de subsidios y cambios en la categorización de usuarios, lo que ha generado variaciones en las facturas, incluso con niveles de consumo similares.
3. Cargo Fijo vs Cargo Variable: Los cargos fijos experimentaron aumentos más significativos que los cargos variables, con el objetivo de establecer una tarifa más plana a lo largo del año. Esto significa que, aunque el consumo no varíe, el costo de las facturas se puede incrementar debido al cambio en la categoría de consumo.
4. Detalles adicionales en la factura: Algunas facturas pueden incluir devoluciones por consumos anteriores y multas por errores en la facturación, lo que afecta el monto final a pagar.
El Gobierno justificó estos cambios como parte de su estrategia para reducir el gasto público en subsidios energéticos y fomentar un consumo energético más eficiente y racional. Se espera que, a medida que las distribuidoras como Edenor y Edesur facturen el período iniciado en marzo, los usuarios perciban de manera más evidente el aumento en las tarifas y la reducción de la ayuda estatal.
