La relación entre el Gobierno nacional y las provincias se incrementa tras conocerse el dato sobre el nuevo recorte a las transferencias por coparticipación de impuestos . Según el dato de febrero las partidas sufrieron una drástica caída del 20% en el segundo mes del año. Este descenso, atribuido a la reforma del Impuesto a las Ganancias, complica a los gobernadores, quienes deberán buscar alternativas de ingresos para poder hacer frente a sus pagos.
Según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), los giros del Gobierno ascendieron el mes pasado a $2,2 billones, lo que, ajustado por inflación, representa una baja real del 19,5%. La principal causa de esta disminución se atribuye al bajo desempeño interanual en la recaudación del Impuesto a las Ganancias, que cayó un preocupante 38,3%, contrarrestado solo por un modesto incremento del 3,5% en la recaudación del IVA.
La expectativa de revertir la reducción del mínimo no imponible para el Impuesto a las Ganancias sobre empleados de la cuarta categoría, junto con la frustrada Ley Ómnibus, agrava aún más el escenario al no obtener apoyo del Congreso. Esta falta de respaldo llevó al presidente a retirar la iniciativa, profundizando así el desfinanciamiento de las cuentas provinciales.
En lo que va del año, las transferencias automáticas por coparticipación alcanzaron los $4,5 billones, reflejando una caída real del 15,4% en el primer bimestre, el menor monto registrado en los últimos 9 años según el IARAF. A esta reducción se suma el corte total de las transferencias discrecionales, lo que agrava aún más la situación financiera de las provincias.
La consultora Politikón Chaco estima que los envíos de transferencias discrecionales se redujeron en un alarmante 94% el mes pasado, generando una situación de asfixia económica en varias provincias. Además del Impuesto a las Ganancias, los envíos por coparticipación incluyen la parte proporcional de la recaudación del IVA, cuya caída del 16,7% en términos reales en febrero refleja un panorama preocupante.
En este contexto, se observa una disparidad entre las provincias que menos y más han sido afectadas por esta disminución. Mientras que CABA, Buenos Aires y Mendoza se cuentan entre las menos perjudicadas, Tierra del Fuego, Catamarca y Formosa enfrentan pérdidas significativas, destacó el IARAF. Esta situación agudiza las tensiones entre el Gobierno central y las administraciones provinciales, alimentando el debate sobre la necesidad de ajustes y medidas para paliar esta crisis financiera.
