El anuncio del Gobierno nacional sobre la baja de aranceles a productos tecnológicos que se ensamblan en Tierra del Fuego generó un inmediato y enérgico rechazo por parte de autoridades locales, sindicatos y el sector empresarial. El gobernador de la provincia, Gustavo Melella, confirmó que su administración “judicializará” la medida en caso de que se oficialice en los términos anunciados por el vocero presidencial, Manuel Adorni.
“Vamos a judicializar si se confirma en los términos en que fue anunciado”, advirtió Melella en una entrevista con Radio Provincia de Ushuaia. El mandatario también acusó al oficialismo nacional de actuar “con violencia y soberbia” y de “faltarle el respeto al pueblo fueguino”. El malestar provincial no sólo se centra en el contenido del anuncio, sino también en las formas. Melella aseguró que desde la Casa Rosada no hubo ninguna comunicación previa con su administración ni con los referentes locales de La Libertad Avanza: “No le avisaron ni al gobernador, ni tampoco a sus propios dirigentes en la isla”.
La crítica al Gobierno
El gobernador fueguino cuestionó con dureza a referentes nacionales como José Luis Espert y Federico Sturzenegger, a quienes acusó de despreciar a la provincia: “Nos tratan como si Ushuaia fuera todo y no existieran las otras localidades ni la cadena productiva que se extiende en toda la isla. Hablan con una lógica porteña, subestiman”. Además, trazó un paralelismo con el gobierno anterior: “Estos son puestos de trabajos que se pierden y ya lo vivimos en la época de (Mauricio) Macri, cuando se hizo de la misma manera con el famoso tema de las notebooks”.
“Sin argumentos, con violencia, realmente es complicada la situación. A nosotros nos enoja y muchísimo”, sostuvo, y agregó: “No me importa si me faltan el respeto a mí, pero no voy a permitir que se lo falten a nuestro pueblo”. Melella insistió en que esta es una industria con valor agregado y profesionalización: “No entienden que esta es una industria tecnológica calificada, con inversión y desarrollo”. En este contexto, el gobernador remarcó que “desde la provincia vamos a hacer todo lo que podamos hacer y esté a nuestro alcance para dar vuelta (…) las decisiones y acciones del gobierno nacional”.
Paro en las plantas electrónicas
La reacción gremial no tardó en manifestarse. Las fábricas electrónicas de la provincia iniciaron un paro total por tiempo indeterminado. Melella respaldó la decisión sindical, al afirmar que “es la herramienta que tienen los trabajadores”. Además, advirtió sobre el impacto general de la medida: “Cuando se pierde un empleo industrial, afecta al taxista, al almacenero, al que tiene una cabaña en Tolhuin”.
La ministra de Producción y Ambiente, Karina Fernández, también expresó su preocupación: “El anuncio puede significar la pérdida de miles de puestos de trabajo y menor competitividad para la industria”, y remarcó que “la industria significa soberanía, significa el empleo de nuestra gente y una vez más el gobierno nacional pone en jaque los puestos de trabajo y la producción”.
Desde el sector empresario, la presidenta de la Asociación Fueguina de Representantes de la Industria Electrónica (AFARTE), Ana Vainman, adoptó una postura cautelosa. En declaraciones a FM Aire Libre de Río Grande, señaló que “esto podría ser un beneficio, ya que eliminaría algunos costos logísticos que encarecen la venta de nuestros productos”, en referencia a la posible simplificación aduanera que permitiría un ingreso más eficiente de productos desde la isla al continente. No obstante, remarcó que es necesario “esperar a que se publique la normativa para entender el impacto real de estas medidas”.