Ayer, el gobernador de Chubut, Ignacio «Nacho» Torres, pasó por el programa de Luis Novaresio en La Nación Más volvió a diferenciarse del oficialismo y del sector “dialoguista” del PRO, y afirmó que estaría dispuesto a dejar la coalición si el partido es “fagocitado” por La Libertad Avanza. “No me fusiono, me voy”, sentenció Torres.
“No estoy para nada de acuerdo con lo que plantea Patricia (Bullrich) de fusionar el PRO con el gobierno. Porque cuando un espacio pierde la vocación de poder se desgrana… no tenés más forma de construir”, argumentó el gobernador chubutense. “Yo no sería funcionario de este gobierno”, remarcó.
“Hoy hay un gobierno con el que estoy de acuerdo en algunas cosas, pero en muchas no. Si mi espacio es fagocitado por ese espacio, yo estaría siendo contradictorio con lo que creo”, agregó Torres.
“El PRO tiene un potencial enorme de recuperar esa identidad, mística, pero necesita depurar dos perfiles: el alcahueterismo político y esa carroña que, al no poder enamorar al electorado, quiere que todo vaya mal, que explote. Esa carroña es muy dañina para la Argentina”, analizó Torres, quien acusó a Mauricio Macri de “dejar pasar chicanas” y lo llamó a “no perder el tiempo en pavadas”. Además, festejó que el partido se esté “reconfigurando” a un armado “mucho más federal” y joven. Además, aseguró: “Yo me considero desarrollista. Ahora, soy del PRO y el PRO es muy heterogéneo también. Nosotros tenemos dirigentes que son peronistas, como Cristian Ritondo, que es un gran dirigente. Tenemos dirigentes que tienen un perfil mucho más liberal también”, celebró.
En línea con su rescate a las ideas desarrollistas, Torres reivindicó la figura del expresidente Arturo Frondizi, cuyo discurso “si lo trasladamos a hoy, tiene una vigencia abismal”, aseguró.
Además, Torres aclaró que no tiene un vínculo con el presidente Javier Milei y especificó que la comunicación entre ambos es “institucional, como tiene que ser”. Frente a la consulta de Novaresio sobre si Torres tenía ganas de “decirle algo” al mandatario nacional, Torres dijo: “Yo creo que hay que tener la humildad suficiente para mirar a esa Argentina productiva y no perder la oportunidad de entender que incluso quienes no pensamos igual en un montón de cosas podemos ser aliados”.
“Yo creo poder ser un buen aliado, porque quiero que a mi país le vaya bien, más allá de que tenga posiciones muy distintas, y hasta antagónicas en un montón de cuestiones. Pero también creo que el presidente tiene que parar la pelota, levantar la cabeza y entender que es momento de buscar aliados y no, sistemáticamente, buscar enemigos. Argentina necesita que llamemos a una unidad nacional, mirando al futuro”, propuso Torres.
Más allá de las críticas, Torres aseguró que tiene muy buena relación con algunos funcionarios nacionales, como el ministro del Interior, Guillermo Francos, el asesor presidencial Santiago Caputo y la vicepresidenta, Victoria Villarruel. Pero cuestionó duramente al secretario de Culto, Francisco Sánchez, por haber cuestionado, en el evento Europa Viva24, el divorcio, el matrimonio igualitario y la interrupción legal del embarazo. “No hay nada menos liberal que querer condicionar a la gente que haga lo que quiera, que se case con quien quiera, que se case con quien quiera, que se enamore con quien quiera. Estamos discutiendo cuestiones arcaicas, viejísimas, que atrasan”, sentenció.
