Luego de dos días de intenso debate por la Ley Ómnibus en Diputados, el oficialismo reconoció que hará distintas modificaciones o resignará algunos puntos del mega paquete de reformas. Ya sea porque algunas iniciativas no cuentan con los votos para ser aprobadas o porque el gobierno ha reconocido errores en el planteamiento de las mismas, lo cierto es que el gobierno comienza a aceptar negociaciones con el fin de que el proyecto de más de 650 artículos consiga luz verde.

Reforma electoral

Ayer, el ministro de Interior, Guillermo Francos, admitió que la enorme mayoría de los diputados opositores rechazan la reforma electoral que se plantea en el megaproyecto.
La misma planteaba el fin de las PASO, la implementación de la Boleta Única de Papel, y el paso a un sistema de representación por Circunscripción uninominal, inspirado en los países anglosajones

“Tenemos que discutir entre lo necesario y lo oportuno, y ver cuáles son los aspectos de la ley en los que podemos avanzar, si es que no conseguimos apoyo en los distintos ámbitos”, afirmó el ministro.

Reuniones de tres o más personas

Por la tarde, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció que el Ejecutivo decidió retirar de la ley la obligación de pedir permiso a las autoridades para la realización de reuniones de tres o más personas en espacios públicos, una de las medidas que causó más revuelo al ser difundida.

“Para facilitar la discusión, y como en realidad tres o más, cinco, uno, diez o veinte que corten una autopista o un puente o que impidan la circulación de tránsito da lo mismo, y generó esta confusión; vengo a decir que es nuestro objetivo retirar ese articulo directamente porque ya está suficientemente explicado en otro», sostuvo Bullrich.

Medioambiente

También, luego de una breve exposición, la subsecretaria de Ambiente, Ana Lamas, adelantó que también se decidió dar marcha atrás con una modificación clave en la Ley de Bosques, aunque los diputados más preocupados por la cuestión ambiental, como Carolina Yutrovic, de Unión por la Patria, y Maximiliano Ferraro, de Coalición Cívica, no quedaron del todo conformes.

Según anunció Lamas, quitarán el artículo 500 en donde se modificaba la Ley de Bosques (26.331) permitiendo desmontes en zonas amarillas y rojas (I y II), algo que hoy está prohibido. “Por un error se incluyeron las categorías 1 y 2 y se va a eliminar ese punto de la ley”, afirmó Lamas, pero no hizo referencia a otra modificación que se haría en la normativa en caso de aprobarse la Ley Ómnibus, que establece que la Ley de Bosques ya no se financiaría con una parte del presupuesto, sino a través de la voluntad del Ejecutivo, donaciones y créditos internacionales.

También, la funcionaria aclaró que los cambios en la Ley de Quema – los cuales habilitarían quemas en campos de manera tácita si no se recibe respuesta del Estado en 30 días- es una herramienta “fundamental” y que está permitida, aunque “se tiene que hacer con cuidado” y las provincia tienen que aplicar controles.

Así mismo, se refirió a la Ley de Glaciares, uno de los puntos que más rechazo generó, debido a que se modificaba la definición y daba a entender que podían realizarse actividades productivas en las áreas que rodean a los glaciares. «Solo estamos diciendo que las provincias tienen la facultad, con sus leyes, de verificar que si se quiere hacer alguna actividad sobre el periglaciar no haya ningún impacto, sobre todo en los temas hídricos”, afirmó Lamas.

Emergencia pública

Ya el martes, el Gobierno había tomado nota de uno de los puntos que más preocupaban para la oposición, como el proyecto que establece la emergencia pública en casi todas las áreas hasta el 31 de diciembre de 2025 y que puede ser prorrogado a dos años a criterio del Gobierno, prolongando la delegación de facultades para el presidente Javier Milei. Prácticamente todos los bloques advierten que no se aceptarían más de dos años de emergencia, con limitaciones en las delegaciones y la posibilidad de prorrogar quedará en manos del Congreso.

La Libertad Avanza tiene un bloque de 38 diputados propios, con posibilidad de superar los 40, con legisladores alineados pero con sus propios bloques. Lo cual volvería necesario el acompañamiento de otros 90 diputados que integran bancadas opositoras para alcanzar por lo menos el quorum de 129 diputados y abrir una sesión.

Aumento de retenciones

El aumento de las retenciones es resistido incluso entre los sectores del PRO más afines con el gobierno, y algunos diputados opositores plantean como uno de los caminos de salida que al menos se ponga un límite estricto de tiempo que obligue luego a una marcha atrás.

Entre los bloques que prometieron acompañar en general el paquete de reformas también cuestionan que el proyecto habilite, por un lado, el endeudamiento en moneda extranjera sin control parlamentario y que se abra la puerta a una privatización generalizada de empresas del Estado, independientemente de cual sea su situación (si genera déficit, si es estratégica, etc).

Mientras en el kirchnerismo se mantiene en el rechazo duro, en la oposición más permeable al diálogo considera que la voluntad de negociación del gobierno es un buen comienzo, aunque aún falta mucho por discutir.