La Marcha Federal Universitaria se convirtió en un contundente reclamo en defensa de la universidad pública frente a los recortes propuestarios llevados a cabo por el gobierno nacional. Miles de estudiantes, docentes, sindicatos, movimientos sociales, organismos de derechos humanos y partidos políticos se unieron en una expresión masiva en defensa de las universidades públicas.
La jornada estuvo marcada por una diversidad de consignas, una atmósfera vibrante y una asistencia heterogénea. Desde temprano, las calles se llenaron de colores, banderas y pancartas que reflejaban el sentir de una comunidad educativa comprometida con la defensa de la educación pública.
Entre las numerosas frases que se destacaron en los afiches y pancartas se encontraban: «La UBA no se vende», «La educación no se vende, se defiende», «Exigimos con la nuestra bancar la universidad», «Sin ciencia no hay Conan», «Educación pública = movilidad social», «No hay libertad sin un pueblo estudiante», «Villero y universitario, el terror de los libertarios» y «Universidad pública en peligro».
Cada cartel, cada bandera, cada consigna, representaba la voz de miles de personas comprometidas con la causa de la educación pública: desde estudiantes hasta docentes, pasando por diversos sectores de la sociedad.