Nicolás Pachelo le envió mensajes a modo de sentencia a su abogada después de enterarse de que fue condenado a prisión perpetua por el crimen de María Marta García Belsunce. “Hasta acá llego”, le aseguró el acusado a su defensora, Raquel Pérez Iglesias, a través de un intercambio de mensajes por WhatsApp.
En los mismos, el acusado deja entrever que habría tomado la decisión de quitarse la vida. Todo como consecuencia de que el Tribunal de Casación penal revocó el fallo que lo absolvió en 2022 y, finalmente, lo sentenció.
Iglesias le respondió mediante un audio y él le contestó: “Sos una gran persona y abogada. Te agradezco por todo lo que has hecho por mí”. Después, ella intentó llamarlo, pero no recibió respuesta hasta el jueves por la mañana. “Me estoy despidiendo de a poquito. No es fácil. No puedo hablar, no estoy solo. Esto va más allá de García Belsunce”, aseguró Pachelo.
b
La abogada trató de persuadirlo para que no atente contra su vida. “Por favor, dejame que pueda dar vuelta este fallo absurdo en Casación horizontal. Si te fueras en este momento quedaría esto así. No les des ese gusto. Lo vamos a revocar”, aseguró su defensora. “Estamos solos contra la corporación. Yo no tengo más espíritu. Es difícil que lo entiendas. Pero no tengo más nada para dar ni para recibir. Se lo estoy explicando uno por uno a mis seres queridos y también lo hago con vos. Somos momentos y ya fui muy feliz”, fue el último mensaje que el acusado le mandó a su abogada.
Nicolás Pachelo, una vida de lujos y tragedias
Pachelo nació en 1976 en Pilar y vivió una vida rodeada de beneficios, ya que se trataba de una familia de un buen pasar económico. Su papá administraba una tosquera que le heredó a su hijo y se suicidó en 1996. La pareja del padre declaró que el joven tuvo que ver con su muerte y pidió que lo investiguen porque tenía sentimientos “de odio” contra él.
En 2003, a Nicolás lo volvió a golpear una tragedia: su mamá se tiró del piso 11 del mismo departamento donde vivió durante su infancia, después de enterarse de que su hijo era un delincuente y, posiblemente, un homicida. Por desgracia de la familia Pachelo, Nicolás encontró su “vocación” como delincuente en el country Tortugas. Allí se mudó con su esposa y sus tres hijos, y cometió múltiples robos en la casa de sus propios amigos.
Se conoce que es jugador compulsivo, que apostaba en el póker, y que perdió toda su herencia debido a su adicción al juego. A principios de 2012, Pachelo se consagró campeón del Mantra Grand Slam de Punta del Este, donde ganó nada más y nada menos que 61 mil dólares. Luego perdió todo lo ganado en las apuestas.
