En un trágico episodio que ha conmocionado a la ciudad de Rosario, César Roldán, chofer de la línea 116, fue víctima de un violento ataque que le costó la vida. Este lamentable suceso tuvo lugar el pasado sábado, cuando el conductor de 43 años se detuvo en un semáforo y tres jóvenes exaltados exigieron subir al vehículo.
Ante la negativa del colectivero, uno de los agresores desenfundó un arma de fuego y disparó siete veces, impactando fatalmente a Roldán en la nuca y la espalda.
La comunidad de colectiveros, en un gesto de solidaridad y respeto, organizó un tributo con más de 40 colectivos que esperaron pacientemente el cortejo fúnebre, en el que hubo aplausos y manifestaciones de apoyo evidenciando la negatividad de la población hacia la violencia y el dolor compartido por la comunidad de trabajadores del transporte.
Los familiares de César Roldán aseguraron que era un hombre «re familiero». Su tío David, en diálogo con Radiópolis, reveló que el día del fatídico suceso, César había cambiado su franco para el fin de semana porque quería pasar tiempo con su familia, en especial para llevar a su hijo a un partido de fútbol.
En medio del dolor y la consternación, el velatorio continuó hasta las 13 horas, momento en que el cortejo fúnebre se dirigió al cementerio de Granadero Baigorria. Mientras tanto, los colectiveros mantuvieron un paro total de actividades en busca de justicia, una respuesta comprensible ante la pérdida de uno de sus compañeros en circunstancias tan trágicas.
El fiscal rosarino Ademar Bianchi lidera la investigación, explorando posibles motivaciones del crimen. Aunque se barajan diversas hipótesis, se sospecha que el ataque podría estar vinculado a mensajes entre bandas narco criminales que operan en la zona.
