En la jornada del martes, una tormenta de proporciones alarmantes sacudió varios puntos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), dejando a su paso un rastro de devastación y, lamentablemente, una víctima mortal. ¿Qué es exactamente lo que desencadenó esta furia de la naturaleza conocida como tormenta supercelda?
Las superceldas son sistemas meteorológicos extremadamente poderosos, caracterizados por una estructura de tormenta rotativa y una vida útil considerablemente más larga que la de una tormenta convencional. Esta peculiaridad las convierte en un fenómeno particularmente peligroso, capaz de generar una amplia gama de condiciones climáticas adversas, desde granizo descomunal hasta vientos huracanados y una precipitación intensa en un corto período de tiempo.
¿Qué provoca la formación de estas tormentas? Un conjunto de condiciones atmosféricas altamente específicas, que incluyen el descenso de aire frío, corrientes ascendentes y descendentes vigorosas, así como una cantidad sustancial de humedad. Esta combinación explosiva crea un entorno propicio para el desarrollo de nubes convectivas extremadamente poderosas, capaces de desencadenar la furia descomunal de una supercelda.
Uno de los epicentros de esta tormenta histórica fue la ciudad bonaerense de 9 de Julio y sus alrededores, donde los residentes fueron testigos de la furia desatada de la naturaleza. Árboles derribados, techos arrancados y cortes de energía eléctrica fueron solo algunas de las consecuencias de este evento meteorológico sin precedentes, que dejó a su paso un paisaje desolador y a varios residentes con heridas menores.
Sin embargo, el impacto de esta tormenta no se limitó a 9 de Julio; el AMBA también sufrió las consecuencias de su paso implacable. Desde calles inundadas hasta vehículos arrastrados por la corriente, los residentes de la zona sur se vieron envueltos en una situación de caos y desolación.
Trágicamente, el saldo humano de esta catástrofe fue marcado por la pérdida de una vida en el barrio porteño de Recoleta, donde una mujer de 74 años murió tras ser golpeada por una baranda desprendida por la fuerza del viento.
